miércoles, 21 de marzo de 2018

LAS EDADES DEL DRAGO DE YCOD Y OTRAS VELEIDADES


El amigo de Icod de Los Vinos;  ÁLVARO FAJARDO HERNÁNDEZ, remitió entonces (28/04/2014) estas notas que tituló “LAS EDADES DEL DRAGO DE YCOD Y OTRAS VELEIDADES”. 
Dedicado al también amigo de la ciudad vecina de la isla Baja, el garachiquense; CARLOS ACOSTA GARCÍA, vigía permanente de lo social y cultural del Norte Tinerfeño:“…EL DRAGO MILENARIO DE YCOD.       El Magazine La Vanguardia de 7 de Abril 2012 publicó  el artículo “Dragones sanadores del Atlántico” que, firmado por Cira Morote Medina  con fotos de Andoni Canela, pasó desapercibido para muchos de los que ,de alguna manera, seguimos puntualmente las vicisitudes y comentarios que , de nuestro emblemático ÁRBOL, aparecen en los medios de comunicación nacionales e internacionales ,pero no así para  nuestro particular “inquisidor ” y ávido lector Carlos Acosta García que se percató de varias errores, y de la poca información que daba de  los aspectos  sanadores de la Sangre de Drago y sus componentes químicos esenciales, y de no incluir, en el artículo, fotos del Drago ycosense. Agradezco a Carlos que en la columna de El Día “ De Profesión mis Ignorancias ”,que son   píldoras concentradas de sabiduría popular, me dedicara la  crítica que hace a la autora del escrito y  al fotógrafo, que entre otros errores  destaca el de la edad  del Milenario Drago que cifra en  600 años y, que además  asegura fue plantado por algún nativo guanche, aficionado a la jardinería,  con la intención  de que quedara plasmado en los billetes de 1000 pesetas en los años 70. La autora, con el aporte de la opinión ,que respeto pero no comparto, de Eugenio Reyes etnobotánico  del Jardín Botánico Viera y Clavijo de Gran Canaria, dice, sin precisar la edad, que el espécimen de dracaena draco silvestre más antiguo de canarias es el drago Pino Santo en el Municipio grancanario de Santa Brígida, ignorando los de Anaga y del Barranco del Infierno en Adeje, que la mayoría de expertos ( A. Santos, J.M Zamora, R. Almeida, R. Zárate, J.A. Rodríguez, M. Falcón,  L. Sánchez-Pinto……) citan como los más viejos después del de Ycod. De una decena de fotos, que ilustraban el artículo ninguna es de nuestro majestuoso ejemplar. Recuerdo al fotógrafo Antoni Canela que el libro más prestigioso sobre “Arboles  Excepcionales del  Mundo”  del arbolista  Thomas Pakenham   tiene al Drago de Ycod como portada, y que la prestigiosa botánica Jenny Linford en su libro “El Árbol. Una maravilla de la naturaleza”, lo muestra y describe ampliamente  
EL DRAGO DE YCOD, Y OTROS ÁRBOLES VENERABLES, MÁS ALLA DEL TIEMPO Y LAS EDADES DE LOS HOMBRES. La cuestión actual  más controvertidas entre botánicos, biólogos y químicos  es la némine discrepante sobre la edad que pueden alcanzar las plantas y algunos especímenes arbóreos  en el que el  Drago de Ycod , que buscó asilo en tiempos remotos, suscita una fuerte polémica convirtiéndose ,al caso,  en una metáfora  del “Árbol de la Ciencia ”  que ha visto pasar centurias y milenios fluyendo indomable y juvenil savia que no podrá sustraerte a un infortunado destino, ya que por encima de tus verdes frondes oscurecidas por la niebla de los tiempos planea la rojiza sombra semillera de tu grandeza que aparece cada mañana para saludar al mar, al Teide  y a tu tierra ycodense que no sabe, de momento, cuántos años cumplirás en el 2013,pero que el veraz lenguaje de su tradición hablará de tu vetustez, y aquellos que durmieron contigo en la noche de los tiempos, no marchitados  por la historia, reconocerán tu edad milenaria.
Los no científicos, que no profanos, podríamos discutir acerca de la edad real del Drago ycodense partiendo, en esta ocasión, de  la milenarista edad que le da  Lázaro Sánchez-Pinto Pérez-Andreu basada en el meticuloso examen del crecimiento de las raíces troncales ,edad que es  asumida por  botánicos y científicos propios y foráneos. Por otro lado hay que clarificar la cuestión de su edad en base a argumentos históricos, nada sospechosos, que aportaron  personalidades del mundo académico como los de Elías Serra Ráfols y Luis Diego Cuscoy  contra los que arremeten los incrédulos que ,haciendo oídos sordos, no asumen la veracidad documental  de la data que otorga, en 1.503, el Adelantado Alonso Fernández de Lugo a un aborigen cristianizado de Gran Canaria ,de nombre Pablo Martin, por su participación en la conquista de Tenerife en la que le da “Un asiento de colmenas en Ycode ,atrás el drago grande en el camino de Daute”. Recuérdese que el camino, al que hace referencia el profesor Serra en la data, empezaba  en donde se encuentra nuestro Drago y seguía el curso de la margen del  barranco hasta Valois, en el que había monumentales dragos, hoy desaparecidos,  que se conservan en fotos antiguas. El 11 de Junio de 2012  en La Sociedad Centro Icodense  se organizó la Mesa Redonda-Coloquio, con apoyo audiovisual: “Protagonista El Drago” en la que participaron : Arnoldo Santos Guerra con la ponencia  "El Drago de la Macaronesia y su distribución en el Mundo”, Lázaro Sánchez-Pinto, con: “El Drago de Icod ,a través del tiempo”, Marino Fernández Falcón con: “Fertilidad y nutrición mineralógica de El Drago”, Juan Alberto Rodriguez Pérez con:“La conservación de El Drago Milenario”. En funciones de coordinación y moderador presenté: Gestión y procedimientos para la nominación e inscripción de El Drago de Ycod, patrimonio Natural-Vegetal”. Estaba prevista la intervención de la Concejala de Cultura Isabel García Luis, para informar de la Situación de la Propuesta:”El Drago, Patrimonio Natural-Vegetal de la Humanidad”  que por motivos inexcusables no  pudo estar presente. Las ponencias suscitaron un animado coloquio que, entre otras cuestiones, se centró en su milenariedad que fue ejemplarmente ilustrada y defendida  por el profesor Sánchez-Pinto.
 Pienso que la  edad de nuestro vetusto árbol habría que verificarla hoy de forma multidisciplinar  y al amparo de la nueva ciencia con todos los  medios tecnológicos a nuestro alcance sin olvidar los criterios y documentación  histórica y, no dejarla a la libre interpretación, sin justificación plausible, como hicieran ,con los escasos medios de entonces, eminentes científicos que la cifraron en varios milenios (Humboldt, Berthelot, Webb, Piazzi Smith, Masferrer ,Dumont d`Urville, Leopoldo de Buch  y Leclecq entre otros) y, que algunos científicos locales (Wildpret, Marrero, Reyes, Almeida), le dan sólo unos cientos de años sin aportar  paradigmas científicos que justifiquen sus afirmaciones. Antes las distintas edades atribuidas a nuestro Drago se plantea la necesidad de matizarlas, tanto las del creyente  milenarita como las del incrédulo centenarita sin olvidarnos las del historiador  riguroso que aporta  datos contrastados o, la del guía desinformado  que  le dice a un grupo de  turistas que están ante una gran cebolla de sólo 250 años .Estoy convencido que los avances conseguidos en bioquímica, biogenética, fisiología vegetal y nanotecnología, con el apoyo de la informática, permitirán ,en un plazo relativamente breve, saber el tiempo y la medida de todas las cosas ,vivas o muertas ,averiguando hasta la hora y el día exacto en que nuestro Drago  nació espontáneo, que no plantado, en la margen  derecha del Barranco del Rio en Ycod.
Resulta significativo y desconcertante  que de forma sistemática científicos canarios rebajen la edad de nuestro árbol, cada vez que se les pregunta, llegando a la ridícula cifra de 400 años. De seguir cumpliendo años nuestros apreciados hombres de ciencia, cosa que deseamos, El Drago llegará a ser nonato, pareciera que la secreta voz de la razón le reprochan la edad  consumida en  “caprichos científicos” pero que al contemplar la verdad, sus ojos, heridos por la evidencia, se conturban y obscurecen. En las tertulias ycodenses 20A de 1.994 de las que formó parte el profesor Wolfredo Wildpret, junto a Pastor y Eusebio Delgado, Javier Dorta, Antonino Voituriez, Ignacio y Nicomedes Gómez, J.J Arencibia y otros , me dijo que el Drago tenía algo más de 900 años y, en unas declaraciones reciente manifestó que apenas rondaba los 500 años. Nuestro prestigioso investigador, experto en geobotánica y fitocenología  al que debemos la regeneración de la diversidad floral nativa del Parque de El Drago con un valor vegetal universal para la ciencia y la conservación, no nos aporta ningún dato científico que nos haga pensar que  esa “cuenta  atrás “poco, o nada, tienen que ver con la edad real de nuestro árbol. En los años 80 una botánica francesa cifró su edad en torno a los 2.300 años basándose en  análisis espectral de las células del tronco hueco que es, entre otras, una de las características de los árboles milenarios. Para nuestro amigo garachiquense  Carlos Acosta El Drago tiene más de 2.000 años, haciéndolo coetáneo de Cristo y Julio Cesar. El experto arbolista Americano, recientemente fallecido, Kenneth Allem invitado por  el Doctor en botánica, el ycodense, Juan Alberto Rodriguez Pérez  realizó en 1985 un riguroso y concienzudo estudio  sobre  la  salud de nuestro ejemplar. Aunque no realizó ningún estudio específico para verificar su edad  no desestimó que fuera milenaria. Los miembros del Comité  Técnico-Científico que lo atienden desde 1993 creen que, si bien, no hay hasta el día de hoy una prueba irrefutable de su edad, no por ello  deba estimarse  por debajo de los 1.000 años  que justifican en base a testimonios históricos, consuetudinarios y, sobre todo, por la evidente majestuosidad frente otros pies monumentales a los que se le estiman edades próximas al milenio. Se sabe que los árboles que viven en rocas, suelos arenosos, derrubios y entornos desprotegidos suelen detener su crecimiento vertical cuando alcanzan la decena de metros y comienzan a crecer en horizontal retorciéndose y adoptando forma majestuosas como las que presenta nuestro Drago ,que se desarrolló espontáneamente en un terreno aluvial  en la margen del barranco que es, entre otros, uno de  los hábitat naturales de la especie dracaena draco que tiene dispersión en la macaronesia (Azores, Madeira y Marruecos)  siendo el de Ycod el más longevo conocido. Un cuadro, del Libro Guinnes de los Records  que está en El Ayuntamiento de Ycod contiene un documento que Certifica, textualmente,  que “El árbol más viejo de España” es un ejemplar de “Dracaena drago” de Icod de los Vinos (Tenerife) cuya discutida edad se sitúa entre los 7.000 (Humboldt) y 5.000-4.000 (P. Smith) años de longevidad. Firmado: Margarita Jordán, y al pie del documento se lee:”Este certificado no supone necesariamente la inclusión en el Libro Guinnes de los Records”. En algún pie de fotos antiguas figura el Drago con 3.200 años de antigüedad. En la edición de 1.971  del Libro de Historia Natural, tomo III de Botánica del  Instituto Gallach de Barcelona de los autores: Romualdo González Fragoso, Alfonso Luisier y Pio Font Quert bajo la dirección científica del Prof. Ángel Cabrera en la página 452, hablando de  las draconoideas, se lee: “El género tipo es el Dracaena que en anteriores épocas geológicas vivió en Europa, hoy representadas por unas cuarenta especies de los países cálidos del Antiguo Mundo……………… Pertenecen a este género los celebérrimos dragos de Canarias (Dracaena draco), el más famoso de los cuales, el de la Orotava, cuyo tronco medía 25 m. de circunferencia, fue destruido por un huracán en 1.864.Mucho se ha fantaseado acerca de la edad de los dragos; al de la Orotava se le llegó a asignar la de 6.000 años, en tanto que modernos investigadores, habida cuenta de su desarrollo, no demasiado lento, la rebajan a una décima parte. Al de Icod, magnifico ejemplar también se le suponen 200 años de vida también. Entendemos que querrían decir 2.000 años, toda vez que en la página 454, del citado libro, aparece una foto de A. Benítez de los años 40 donde su aspecto es igual al actual ,y con el pie:”Árbol de la familia de las liliáceas, al que se atribuye una legendaria longevidad. Tiene el tronco, muy grueso, cubierto de cicatrices. La copa aparece recogida, es siempre verde y está formada por ramos muy espesos.”
Las cifras que se barajan para el drago de Ycod  evidencian una manifiesta dispersión en cuanto  a la  edad que le atribuyen teniendo un  recorrido  que va de  250 a 7.000 años.
Las edades de otros especímenes arbóreos. Hasta hace muy poco se creía que los arboles más grandes, eran también los más viejos de ahí que se  pensara que la secuoya roja de California (Sequoia sempervirens) “Stratosphere Giant”, que en 2002 media 112,6m. y pesaba 1.500 toneladas , sería el árbol más viejo , pero Los estudios del científico Edward Schulman demostraron que no pasaba de 3000 años, pero al analizar un ejemplar de pinus longaeva en el Valle de Owens, cerca de Los Ángeles observó que sobrepasaba los 4.700 años, convirtiéndose en el árbol vivo más viejo del planeta al que llamó Matusalén en honor al longevo profeta bíblico. El estudiante de la Universidad de Carolina del Norte Donal Currey, con permiso  del personal del servicio forestal en 1965, corto un viejo ejemplar de pino longaeva en el condado de White Pine con el fin de estudiar la incidencia del clima en el crecimiento y desarrollo de los anillos, descubriendo, en el recuento, que la edad era superior al Matusalén estudiado por Schulmam arrojando una edad de 5.000 años  lo que le convertía en el organismo vegetal, no clonado, más  viejo conocido.
Los métodos actuales de datación de los árboles leñosos se realizan por el método conocido por dendrocronología, que consiste en contar el numero de anillos de crecimiento que  corresponden uno por año y, que gracias a los avances realizados por el Doctor Schulman supusieron un duro golpe a los  empleados por los geólogos y arqueólogos al demostrar que los sistemas de datación  del carbono 14 y  potasio-argón daban errores de cientos de años, y en algunos casos errores superiores a la edad del árbol que se quería datar, además de la ventaja de no tener que cortar el árbol para poder contar los anillos. La moderna técnica desarrollada por Schulman , le permitieron en 1957  saber el  número exacto de anillos mediante el barrenado del tronco con un perforador  largo y del grosor de un lápiz,  tomando muestras del corazón de los troncos que luego en  el laboratorio analizaba con un potente microscopio para contar los anillos de la muestra .Del total de ejemplares de pinus longaeva estudiados, durante más de veinte años ,en el bosque de pinos Bristlecone que crecen en la Sierra Nevada de California, diecisiete rondaban los 4.000 años. El método del doctor Schulman no se puede aplicar a todos los árboles y menos aun al drago por carecer de anillos de crecimiento. Para los  dragos, unos calculan la edad contando el número de ramificaciones y otros se basan en las  floraciones, ambos métodos son válidos y bastante fiable para dragos que  tengan entre 200 a 300 años, pero  falible  para  los que sobrepasan los 500 años, toda vez que ni las unas ni las otras se corresponden con periodos fijos de tiempo, haciéndose más irregulares cuanto más viejo es el drago. En mi opinión el método, de momento, más fiable y objetivo es el del profesor Sanchez-Pinto, ya que el crecimiento a lo largo del tiempo , por medio de fotos, de las raíces troncales puede extrapolarse al resto del árbol determinando su edad por comparación pero con el inconveniente  que el crecimiento de estas raíces pueden estar determinado por períodos de sequias, lluvias y/o rigores extremos de frio o calor y, sobre todo, porque el crecimiento de los árboles viejos es muy lento ,ralentizando su reloj vital hasta el mínimo imprescindible para seguir vivos, la realidad es que los árboles vetustos como nuestro drago viven en los mismísimos límites entre la vida y la muerte, hasta el punto que el tronco principal “muere” varios cientos de años antes de que lo hace la última de las ramas, cuya vida queda suspendida y supeditada a una raquítica  corteza que la une con las raíces. La muerte vegetal natural nada tiene que ver con la animal que se produce por colapso.la célula vegetal cuando muere sirve de soporte y vía de sabia al árbol. “La muerte” natural de un árbol milenario, como nuestro Drago o la de  los venerables ancianos, Ciprés de Tule, Baobab de Green, Secuoyas General Sherman y General Grant o el pino de Schulman  se pueden estar produciendo en este instante, manifestarse al cabo de otro milenio y producirse  definitivamente pasado otros 1000 años, si La naturaleza y el hombre se lo permiten. El mayor reto, en mi opinión, para biólogos, genetista y fisiólogos vegetales es determinar cuántos años tienen los árboles a los que no se le pueden aplicar el método de la dendrocronología, pero mayor aun es  el saber cuándo se está iniciando el proceso de “la muerte” natural y cuanto va a durar. Estoy convencido que  El Drago de los Jardines de Franchy en la Orotava estaría vivo de no haber sido abatido por la naturaleza, y que posiblemente algunos más longevos que el Ycod  fueran  eliminados por los nativos guanches en su explotación exangüe de la savia con fines mágico y/o curativos de  ahí que el antiguo Cabildo de la Laguna penalizara severamente la extracción y comercialización exhaustiva de la sangre de Drago. (II) Aspectos sanadores de la sangre de drago.  (El drago es el árbol mejor cuidado y mimado del mundo)…”

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL

No hay comentarios:

Publicar un comentario