domingo, 21 de enero de 2018

LAS VÍAS DE COMUNICACIÓN



El amigo desde la infancia de la Villa de La Orotava; EVARISTO FUENTES MELIÁN “ESPECTADOR”, remitió entonces (21/01/2018) estas notas que tituló; “LAS VÍAS DE COMUNICACIÓN”: “…Cuando hablamos, por ejemplo, de dos destacados personajes históricos, tales como  Agustín de Betancourt (1758-1824) o Alexander von Humboldt (1769-1859), la pregunta que siempre me hago es: ¿Cómo tuvieron tiempo para viajar tanto, cuando los medios de transporte marítimo y terrestre eran tan rudimentarios? Téngase en cuenta que el primer tren interurbano, en un relativamente corto trayecto, se inauguró en 1830, tanto en la Gran Bretaña como en EEUU.
Si hablamos del sector comercial, su desarrollo tuvo mucho que ver con el trasporte existente en cada época. El tren sirvió para que los mercaderes y comerciantes, que hasta ese momento se tenían que constreñir obligadamente a la plaza mayor  de sus pueblos respecticos, fueron ampliando su área comercial y mercantil, con la posibilidad de poder trasladar gran cantidad de mercancía a otras poblaciones más alejadas. Llegó entonces el enriquecimiento de los más activos y avispados, e inmediatamente empezaron a pedir derechos y estatus social equiparables con los de la  aristocracia tradicionalmente única. Tómenselo a chanza, queridos lectores, pero sin  ir más lejos, en mi villa de nacimiento, La Orotava, hay matrimonios (pudiéramos llamarlos ‘mixtos’) de algún miembro de la aristocracia con su partenaire de la alta burguesía.
En cuanto a dificultades en el transporte, conozco dos casos concretos: Una familia, alrededor de 1960, en la consabida emigración a Venezuela, iba en barco con sus dos niños casi bebés, pero  se averió el barco en medio del océano Atlántico y  hubo que esperar pacientemente para hacer trasbordo en lancha al otro barco gemelo que acudió en su auxilio. (De nombres ‘Begoña’ y ‘Montserrat’. Tengo fotos que me facilitaron del incidente).
El otro caso, es el  de un estudiante palmero de mi promoción en la Universidad de La Laguna, que cuando se presentaba un puente de un par de días, para ir a ver a su novia a La Palma iba en el barco que había dos veces por semana, con duración en el trayecto de nueve horas toda una noche. Esta pareja, ahora felizmente tiene nietos…”

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL

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