Mes de julio del año 1966, viajé a la isla Bonita de
La Palma, con siete compañeros de bachiller del colegio de San Isidro de La
Villa de La Orotava, que habíamos aprobado la revalidad de 4º curso elemental
como se le llamaba en aquella época y nos preparábamos para empezar a estudiar
el bachiller superior.
Fuimos en barco Nuestra Señora de La Candelaria y
regresamos igualmente por mar en el Barco Ciudad de Cuenca, fueron quince días
inolvidables vividos en el refugio forestal de La Palma y finalizar en la
ciudad El Paso.
La instantánea está tomada en la playa de Puerto Nao,
de pies de izquierda a derecha el entonces director del colegio don Miguel
Aragón Ramírez, Carlos Saro Calamita, el entonces clérigo don Alberto de la
Nuez (hace poco fue director del colegio orotavense), el coadjutor y chofer del
micro COMMER del colegio don Maximiano Sancho Lázaro (al final fue taxista de
Santa Cruz de Tenerife), Pedro Padrón Pacheco, Mario Torres y Rafael Rodríguez.
Agachados de izquierda a derecha; Alfonso Ramos
Méndez, un servidor, y Julio Rodríguez Carrillo.
En esa época viajé un poco triste, fue el año que mi
padre Juan Álvarez Díaz me dejó para siempre, mi madre vendió por problemas
económicos la mansión familiar de la calle El Calvario número 34, donde viví mi
infancia y juventud, y estaba viviendo con mi hermana Carmilla y mi cuñado
Gilberto Naranjo en la Villa Arriba a la espera que le entregaran la nueva
vivienda a mi pobre madre en la calle El Calvario número 46, donde vivo
actualmente.
Fue un año muy difícil para mí, mi hermana Fina
entonces aun soltera me ayudó económicamente a realizar este fantástico viaje
con mis compañeros de bachiller a la Palma, de ellos guardo muchos recuerdos y
los quiero como hermanos, al igual que a los padres salesianos que me ayudaron
a ser hombre, hombre de provecho, gracias a todos, sobre todo a mi querido
compañero Chicho Silverio que me facilitó estas fotos que desconocía…
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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