sábado, 28 de octubre de 2017

APARCADO EN LA CARRERA



Aparcado en la Carrera, este pobre y natural Borriquito. No le está molestando a nadie, al menos a los comercios de la zona, que tienen su venta asegurada. Esta panorámica tomada en la primera mitad del siglo XX en la calle de La Carrera de La Villa de La Orotava, calle comercial desde antaño, donde se asentaron los primeros comerciantes en la ciudad.
Al final de la calle vemos dos importantes mansiones desgraciadamente desaparecidas, para alargar dicha vía hacía la Calle El Calvario, construyéndose en ese lugar en la década de los años sesenta del siglo XX el famoso Puente del Escultor Estévez. La Mansión de la derecha es la casa familiar y comercial del Platero – relojero Señor Puerta, la de la izquierda Mansión de los herederos del Marqués de Celada, donde estuvo ubicada la acción Católica Masculina y la barbería de maestro Jesús Padrón Cejas, actualmente se conserva la tercera parte, propiedad de los herederos del ebanista orotavenses don Isaac Valencia Pérez.
Quiero dejar patente aquí que esas calles de la Villa de La Orotava que forman el principal casco histórico de la ciudad, que rodean el monumental templo parroquial barroco canario de Nuestra Señora de la Concepción, y los conventos existente en el siglo de las luces y de la ilustración.
Están preparadas para el tránsito de esta clase de carruaje. Instigo a todos los orotavenses de corazón a darse unos paseítos nocturnos por esa calle y sus aledañas a partir de los crepúsculos del día, observaran que el tránsito de moderna y antiestética maquinas por el empedrado clásico que cubre su histórico pavimento, se parece más a una autopista moderna nocturna que a un casco Histórico de una ciudad de cinco siglos de subsistencia.

BRUNO JUAN  ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL

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