Fotografía referente a Don Juan Reyes Bartlet en su madurez
(foto Baeza) y en el año 1915 con sus famosas partituras.
Fruto del matrimonio de don Juan Reyes Armas y de doña Dolores Bartlet nace
en Puerto de la Cruz, en el año 1889, Juan Reyes Bartlet.
A los siete años se traslada a Icod de los Vinos, donde su padre había sido
llamado para hacerse cargo de la dirección de la Banda Municipal. Allí
realizará los estudios primarios simultaneándolos con los de solfeo, piano y
flauta; se mostró igualmente interesado por la pintura, el francés (su abuelo
materno, Ignace Bartlet, era de este origen), y por intensas lecturas, que le
llevan a descubrir a Galdós y Víctor Hugo. Entre estas inclinaciones las
literario-musicales influirán decisivamente.
Marcha a Madrid para perfeccionar sus estudios de música cuando contaba 17
años, y allí se relaciona con personalidades relevantes de la música y la
literatura (Tomás Bretón, Ruperto Chapí, Manuel de Falla, Pedro Muñoz Seca,
León Felipe, Pérez Galdós, Tomás Morales, etc.)
Comparte sus estudios musicales con la aparición de sus primera obras como
compositor: Maldito amor (vals para piano),Serenata (romanza para contralto,
1912), El amor en cuarta plana (zarzuela en un acto con libro de José Alarcón
Ortuño, integrada por siete números musicales, 1910)...
Su actividad no se ciñe a lo estrictamente musical: poesía, cuentos,
crónicas políticas, etc., que firma con los seudónimos de "Fray
Agapito", " Ángel Blanco", y sobretodo "Ramiro de
Añaza", que mantendría el resto de su vida, conforman la obra artística de
este músico, poeta y escritor portuense.
De entre su abundante producción musical, además dejas obras ya reseñadas, cabe destacar la Misa al Gran Poder de Dios, Salve Regina, El secreto del Indio (zarzuela), Minué en La Bemol para piano, Suite dieciochesca para dos violines y piano, Tinerfeñas (a cuatro voces), Improvisaciones españolas , Muñequita duerme (escena infantil para coro de niños y solistas ), Patria Canaria (poema sinfónico para gran orquesta) y sobre todo María Adela (zarzuela en tres actos sobre texto de Julio Romón), que el autor titula Drama Lírico del agro canario. El estreno de esta obra tuvo lugar en el Teatro Guimerá de Santa Cruz de Tenerife, el 26 de mayo de 1938.
De entre su abundante producción musical, además dejas obras ya reseñadas, cabe destacar la Misa al Gran Poder de Dios, Salve Regina, El secreto del Indio (zarzuela), Minué en La Bemol para piano, Suite dieciochesca para dos violines y piano, Tinerfeñas (a cuatro voces), Improvisaciones españolas , Muñequita duerme (escena infantil para coro de niños y solistas ), Patria Canaria (poema sinfónico para gran orquesta) y sobre todo María Adela (zarzuela en tres actos sobre texto de Julio Romón), que el autor titula Drama Lírico del agro canario. El estreno de esta obra tuvo lugar en el Teatro Guimerá de Santa Cruz de Tenerife, el 26 de mayo de 1938.
En Puerto de la Cruz fue director de la Banda Municipal y fundador de la
Escuela Municipal de Música, al frente de la cual realizó una meritoria labor.
Quedará ciego desde el año 1948, aunque, pese a esta gravísima circunstancia,
esto no es impedimento para seguir desarrollando una vida activa. Fallece en
Puerto de la Cruz el 1º de enero de 1967.
Sirvan estos breves apuntes biográficos acerca de la densa actividad
artística desarrollada por don Juan Reyes Bartlet como sencillo homenaje de la
Asociación Cultural y de la Coral que lleva el nombre de uno de los personajes
más destacados de la vida cultural portuense.
Después de tanto trajinar con la genealogía de la Banda de Música de la
Villa de La Orotava, me retentiva aquellas mañanas soleada, en la
que un hombre entrañable con gafas oscura se reunía con mi abuelo maestro Bruno
Abreu Rodríguez, en casa de mis padres. Me llamaba la atención la audiencia de
la persona allí presente, la cual estaba acompañada de una
joven que avezaba de guiadora, el hombre parecía ser invidente pero con unos
dotes humanos despampanantes. Mi cortesía aniñada de no interrumpir las
conversaciones tertulianas de los amigos de mi abuelo, esbozo por
acontecer mi saludo de rigor, y alejarme a mi habitación de
la puericia (tenía diez años). Las curiosidades de niño por saber quién
era la persona que estaba reunida con mi abuelo, se me ocurre inquirir a la tía
Consuelo (mi segunda madre), -que vivía con nosotros-, por la
analogía de ese hombre. Su repuesta fue el término más abordable que le podía
dar a un niño juguetón, -ese Caballero es el padre de Sigfredo,
jefe de las oficinas de la ONCE de La Orotava-. En ese instante no supe
que se trataba de un gran compositor, polígrafo, comediógrafo y poeta,
ni que se llamaba Don Juan Reyes Bartlet, -solo que era el padre de
Sigfredo (fallecido) -. Inexcusablemente el fallecimiento de Paco(Agosto de
1994), me hace recordar la figura de Reyes Bartlet, porque tres jóvenes
portuenses seducido de tres muchachas villeras, hacían su presencia en la Villa
en la postrimería de la década de los cincuenta, ellos eran
Paco(fallecido), Sigfredo(con su moto) y Delfín(mi cuñado, fallecido), a
los tres los llegué a ver subiendo por la villera calle el
Calvario acendrado a la moto de Sigfredo. Delfín y Sigfredo se quedaron
en la Villa pero Paco buscó nuevo amor en Icod de Los Vinos a donde fue
destinado como funcionario de un banco. Aquella repuesta
honorable de mi tía Consuelo, -el padre de Sigfredo -, coincidente
a la expectativa del saber íntegramente por la esencia profesional
de aquella figura que visitaba a mi abuelo, llegué a indagar al sencillo
individuo, indudablemente la artística prenda esclarecedora concerniente
del ilustre forastero. La inherencia del autor de "María Adela" -una
opereta trabajada a través de la querencia embrionaria de las Canarias-,
debe tener su calle y su busto en bronce en la ciudad
que le vio nacer el Puerto de la Cruz. Don Juan debe ser
consagrado en su añorada ciudad. Es una pena que tantas
composiciones de este autor tinerfeño permanezcan olvidadas en los
archivos familiares. Su recuperación sería importante para la música
isleña. Sería un enaltecimiento que copias de todo ese legado sea ofrecido a
las bandas de música o adecuadamente a otros conjuntos de homogénea
idiosincrasia. No cabe duda que de conveniencia considerable las composiciones
de Reyes Bartlet sean oída e interpretada por los hoy numerosos jóvenes
estudiantes del Conservatorio Superior de Música de Tenerife que integran
distintos conjuntos musicales de la provincia. Importante comisionado de las
operetas de Reyes Bartlet, podrían escenificarse en el Teatro Guimerá de
la Capital Tinerfeña, como acontecimiento del sesenta aniversario de la
fundación de la Orquesta Sinfónica de Tenerife, - próximamente a rendir
homenaje a compositores tinerfeños-, por acaecimiento los amigos de la zarzuela
tendrían una honesta presea original de autores de la tierra, además de
presentar obras excelsas de la calidad nacional. Indudablemente la
zarzuela estrenada en Madrid lugar donde el accesible
compositor portuense hizo amistad con Don Manuel de Falla y con el
inmortal musicólogo Don Tomás Bretón, titulada "El amor en cuarta
plana" muy alabada por la prensa especializada de la
capital de la nación, así como el soneto sinfónico "Patria
Canarias", o el sainete andaluz "!Qué guapa está usted, Rosarillo!",
y sobre todo su obra ápice ilativa a su creación musical
"María Adela", deberían estar en manos de los habituados preceptores
de la Orquesta Sinfónica de Tenerife, -dos de sus componentes son
nietos del poeta - compositor-. Fue este hombre esencialmente romántico.
Consagró su vida al cultivo de la música, con el
énfasis propio de una irrefrenable inquietud. Reyes Bartlet debería estar en
una calle portuense, frente a la mar que le vio nacer, frente al expresivo
puerto comercial que lo fue en antaño y así lo hace patente mi
amigo Melecio. Reyes Bartlet merece más, mucho más que acarrear su propio
patronímico en un conjunto melodioso, porque él, solo él, soportó la
adolescencia errabunda, cuyo inestimable sustentáculo de viveza fue la estilográfica
y el piano, para adiestrar la composición tan peculiar que muchos merecemos
entreoír.
El amigo de la Villa de La Orotava; CASIANO GARCÍA TORRENS, remitió
entonces (17/11/2013) estas notas: “…Su abuelo Ignace
Bartlet, hijo del Barón de Saint Tropez, logró sobrevivir a la Revolución
Francesa por encontrarse cursando estudios en Alcalá de Henares. Más tarde
viajó a Tenerife, donde se estableció y montó una panadería en el Realejo Bajo…”
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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