Retrato
del artista Teodoro Río en la Tertulia del café
“El Águila”.
Músico de gran talento y oficio, así como de extraordinaria
Bonhomía, fue uno de los pilares básicos del desarrollo musical de Santa Cruz
de Tenerife durante el segundo tercio de este siglo. Nacido en nuestra capital
el 25 de abril de 1.893, despertó muy pronto en él una sólida vocación musical,
que se manifestaría a través del piano primero y más tarde de la dirección
orquestal y la composición. Tras breves años de estudio en su tierra natal con
Ricardo Sendra y en el Conservatorio de Madrid con Pedro Fontanilla, debuta a
los diecisiete años en el Teatro de la Princesa de Valencia como director-concertador
de compañías líricas, y al frente de algunas de ellas recorre durante
veinticinco años los teatros de España, Francia, Italia, Oriente Medio y toda
América, continente donde realizó varias giras. Esta agotadora carrera como
director la simultánea con la composición de obras líricas y sinfónicas, que
son estrenadas en teatros europeos bajo la batuta de otros directores. Así
estando en París en 1.917 para dirigir la ópera Pepita de Contesse, la Sociedad
de Conciertos Colonne le estrena dos piezas sinfónicas: Polichinela e
Impresiones de Oriente. En 1.923 Toscanini, quien ya antes le había estrenado
su Danza Exótica, dirige en la Scala de Milán su ópera Nelva, que será llevada
inmediatamente al Trívoli de Barcelona y al Apolo de Madrid. De su amistad con
el poeta Goffredo Panti, durante su larga estancia en Italia como
director-concertador, nacerían dos de las primeras óperas de Sabina: L´Errante
y Mística Fonte, también dadas a conocer en aquel país. A esta le seguirán
otras, además de zarzuelas(La Serrana, La Fuente de los álamos, El hechizo,
etc.) y alguna opereta(El vencedor de los Phartos), estrenada en Sevilla,
Madrid o Barcelona. En 1.934 hace su último viaje a América para dirigir en el
Teatro Colón de Buenos Aires una compañía de ópera española. A su regreso se le
nombra director del Teatro Lírico Nacional, cargo que abandona para
establecerse en Santa Cruz de Tenerife, llamado por los directivos del recién
fundado Conservatorio Provincial para asumir la subdirección del centro e
impartir clases de armonías, contrapunto, fuga y composición. En 1.935 funda la
Orquesta de Cámara de Canarias, que pasará más tarde convertirse en nuestra
Orquesta Sinfónica, al frente de la cual pasará hasta su muerte. La Labor
realizada por Sabina durante estos treinta y un años es admirable, en unos
tiempos de posguerra problemáticos y llenos de dificultades económicas: en las
549 audiciones que tuvieron lugar en estos años dio a conocer un enorme
repertorio de obras desconocidas para el público tinerfeño, entre las que se
encontraban muchas españolas y algunas canarias, alentando al mismo tiempo a
sus discípulos y colegas a crear nuevas partituras. También Sabina seguía
componiendo y bajo su batuta se estrenaron algunas obras suyas como Nocturno,
Fuga en Re Menor, Leyenda, Apunte para una farsa, Dos canciones de mujer, Los
Toros, Sierra Gudar, Scherzo, etc.
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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