Fotografía de
los clarinetistas de la Villa de La Orotava; Maxi Martín Lechado y mi hijo el
mayor Juan Félix Álvarez y González de Chaves (compañeros y amigos desde la
infancia villera - orotavense), al término de un concierto con la Orquesta
Juvenil Nacional de España (JONDE) en el Auditorio Nacional de Madrid.
En el mes de
Agosto de 1993, me desplacé‚ a la isla de La Palma para acompañar a
mis hijos, que intervenían en el II Encuentro Musical "Isla
de La Palma". Evento organizado en la isla bonita a través de su
Excmo. Cabildo Insular, en colaboración con la Consejería de
Educación y Cultura del Gobierno de Canarias, Ayuntamientos de: Santa Cruz
de La Palma, Los Llanos de Aridane, y San Andrés y Sauces.
Lo vivido
en La Palma, en doce días de estancia, presenciando un acontecimiento
musical de gran pureza, con estructuras a la perfección que jamás he visto en
esta región Canaria. Coyuntura donde los músicos de los conservatorios
superiores y declamación, -evidentemente canarios-, se relacionaban entre ellos,
y entre profesores, con magistrales clases individuales, música de
cámara, y prácticas de orquesta sinfónica, compendio insigne en su
quehacer, a acercar la afabilidad del arte bello e ingenioso a la colectividad.
Llamase encuentro; al acto de encontrarse ó hallarse dos ó más personas.
En la Palma se añascaron los músicos para permutar sus opiniones, sus
notas, sus técnicas, sobre todo su adhesión a la música y a la excitación.
Desde el acto inaugural en el simpático y acogedor "Teatro Chico",
acto que presentó el excelente coordinador de este acontecimiento Don José
Miguel Jaubert, quien agradeció al Cabildo Insular palmero la inteligente
contribución para que el erudito acaecimiento se afiance definitivamente.
El ilustre musicólogo palmero, el profesor Don Luís Cobiella Cuevas recibió de
manos del profesor Gonzalo Cabrera Guerra un pergamino con el anagrama del
festival musical, propiciando que, en el futuro, el encuentro llevase el nombre
de Don Luís Cobiella Cuevas, que manifestó a continuación, "no
sentirse ser acreedor de la propuesta". Desde el acto inaugural, y
recorriendo el encuentro musical, partiendo de los denominados "Conciertos
de las Tres Casas", "Casa Joró", "Casa Salazar" y
"Casa Cabrera". Transcurriendo con el extraordinario concierto
de los alumnos, en recorrido por toda la ciudad, en el que se interpretó,
música de cámara por distintos grupos, utilizando como puntos de audición, el
final de la zona peatonal Cuesta Matías, La Pérgola, la plaza de España,
el Ayuntamiento, la plaza frente al casino, la placeta de Borrero, la
Acera Ancha, la Alameda y la plaza de San Francisco. Y finalizar
con los impresionantes conciertos de la orquesta sinfónica del Encuentro,
-formada por alumnos y profesores, con la participación de seis solista que
intervinieron en el encuentro: Enrique Álvarez González de Chaves (9 años), con
interpretación de Adagio del Concierto Op. 9 nº 8 para Oboe y Cuerda de T.
Albinoni. Yanira Hernández (13 años), con Allegro del Concierto en la m. para
Violín y cuerda de A. Vivaldi. Francisco G. García (14 años), con Allegro del
Concierto para Flauta y Cuerda de J. Quantz. Juan Félix Álvarez González de
Chaves (14 años), Goretti González (14 años) y Maximilíano Martín Delgado (17
años), con Concertino para Clarinete y Orquesta de C.M. Weber. Además de las
magistrales exposiciones de obras para orquesta; Out Of África de J.
Barry. "La Garde Montante", de la Opera Carmen de G. Bizet.
"Pictures From An Exhibition" en tres partes; Promenade, II Vecchio
Castello y La Grande Portede Kiev, del célebre músico Ruso Mussorgsky-R.
Estos conciertos se solemnizaron con una gran participación de publico palmero,
repartido por las tres ciudades; Los Sauces, Los Llanos de Aridane, y Santa
Cruz de La Palma, dirigiendo la orquesta de estilo magnífico y
excelente profesionalización, el maestro Don Ángel Camacho Bermúdez profesor de
la orquesta sinfónica de Tenerife. Sobre la mencionada orquesta el prominente
Don Luís Cobiella Cuevas dijo: La música es para oírla, evidentemente; pero sólo
alcanza plenitud cuando se hace. Esta noche sucede la plenitud del II Encuentro
Musical "Isla de La Palma": música hecha por profesores y,
mayoritariamente, alumnos! una orquesta sinfónica integrada por 75 personas,
algunas de ellas de 10 y 11 años, un solista de 9 años (el oboísta, mi hijo el
menor Enrique Bruno Álvarez y González de Chaves)! Se trata, realmente, de un
encuentro: en el sentido de enfrentamiento deportivo contra inercias,
incapacidades, ignorancias; y en el sentido de hallazgo complementario, coherencia,
abrazo. Tal encuentro sólo es posible cuando se da plaza a la imaginación, a la
seriedad, al amor. Fue, en efecto, imaginado, más nunca sólo y fácilmente
imaginado: apenas nacido se asumió la conciencia de elaborarlo seria y
amorosamente: la imaginación se sintió responsable de su verificación. Se ha
hecho de verdad el Encuentro, es decir, ha resultado verdadero encuentro; y
ello por sus modos. Ha sido un encuentro riguroso y distinto. Se distingue el
Encuentro por el respeto a la índole y capacidad de cada persona, a la libre
expresión de cada uno, de cada grupo: no se adoptan sistemas preoperantes e
inhibidores de obligada secuencia: "seriedad" no viene de
"serie". Ha sido un encuentro riguroso: rigurosa la enseñanza y riguroso
el aprendizaje, ciertamente no ha mermado el rigor, sólo se ha desplazado:
ahora no está al servicio de la petulancia sino de la comunicación musical. Y
otro modo esencial que ha hecho verdad el Encuentro ha sido el amor que, ad
extra, se traduce en alegría íntima y compartida! ese clima contagioso de los
seis conciertos de las Tres Casas, informal para ahuyentar lo vaquo, exigente
para respetar la música; y se ha traducido, ad intra, en servicio mutuo que ha
hecho de Mirca una comunidad solidaria y feliz. Finalmente el Encuentro no se
cumple en sí y se constituye esencialmente expansivo. Es encuentro de alumno
con alumno, de profesores con alumnos, de todos ellos con la Ciudad y
con la Isla. La música es para oírla y para hacerla; pero, en última
instancia para ser comunicada y, en este sentido, esta noche tiene lugar el
esencial encuentro. Me atrevo a traducir el mensaje de los aplausos,
"bravos", felicitaciones, sonrisas y gozos en torno al II Encuentro!
esto no puede morir!
Emotivas
palabras de un músico ilustrativo, palmero, músico de la
Bajada de La Virgen de Las Nieves, músico de las tradicionales
fiestas lústrales y músico aventajado por su artística manera de trasmitir la
música. Lo vivido en La Palma, tuvo como punto de encuentro la residencia
escolar de Mirca, allí se vivió cordial, alegre, feliz, todo fue la música, los
músicos, la convivencia, para finalizar con un adiós triste! hasta el
próximo encuentro!, porque allá se hizo amistad, fraternidad, amor y sobre todo
arte de combinar los sonidos sometidos a ritmo, proporcionándolo para expresar
sentimientos y conmover el ánimo de los congregados en ese paraje maravilloso
palmero, taumatúrgico que es Mirca.
BRUNO JUAN
ÁLVAREZ ABRÉU.
PROFESOR
MERCANTIL
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