domingo, 29 de octubre de 2017

JUAN JOSÉ GONZÁLEZ VILLAR “CHECHÉ”, MUSICÓLOGO



Poseía y aun lo mantiene, un excelente oído absoluto para afinación y registro de la música de pulso y púa, en la actualidad vive en la soledad en el Barranquillo (calle Juan Padrón, antigua El Loro). Para mí y para muchos orotavenses merece ser reconocido oficialmente como maestro de maestros.
Conozco a Juan José desde mi infancia cuando era componente de la agrupación, cuadro o grupo artístico del recordado orotavense don Gustavo Dorta Hernández (fallecido). Era el eje de la afinación de toda la parte musical del mencionado grupo.
Ciego desde los  siete años por una caída. Nacido en la Villa de La Orotava en el año 1938, vivió toda su vida y aún lo sigue haciendo en una casita del final de la antigua calle El Loro (actual Juan Padrón), cerca del barranquillo de Araujo. Hijo del matrimonio: Juan González Raya y Candelaria Del Villar Morales, fruto de esa unión poseyeron cuatro hijos dos varones mayores y dos hembras menores. Estudió en las escuelas públicas graduadas ubicadas entonces en lo bajo del Ayuntamiento de la Villa de La Orotava, con los profesores, don Alfonso Ramos, don Marco Estévez y don Eulogio Borges Coello.
Tenía un oído muy musical específico, lo que le facilitaba la afinación en todos los instrumentos de pulso y púa. Sentado en la terraza de su casa en el Barranquillo, casi siempre oía los conciertos que la Banda de Música Municipal de la Orotava y la Banda de Música de la Agrupación Musical Orotava interpretaban en el Kiosco de la plaza de la Alameda. A simple vista se le quedaban grabadas las partituras de lo que escuchaba, y luego las interpretaba con sus instrumentos en la misma terraza o patio de su casa. En su infancia y juventud, perteneció primero al grupo folklórico juvenil de don Gustavo Dorta Hernández para pasar luego a los Coros y Danzas de la Sección Femenina de La Orotava, preparándolo para sus viajes, primero a Madrid en el año 1961 en el cual formó parte de la expedición y en segundo lugar para la recordada Feria Internacional de Nueva York (Estados Unidos), en la primavera del año 1964. A raíz de entonces, sus compañeros le regalaron una guitarra eléctrica que le trajeron desde la ciudad de los rascacielos. Entró a formar parte de la gran orquesta de baile del Barrio Realejero de la Cruz Santa “Copacabana”, haciendo sus arreglos, composiciones, y dirección durante casi unos veinte años, en la que actuaban en Verbenas Populares, Bailes en las Sociedades y Casinos de Tenerife, Salas de Fiestas y en Grandes Hoteles.
Juan José “Cheché”,  siempre ha sido una persona muy querida en los ámbitos populares y culturales de la Villa, personaje polifacético, un gran deportista en el mundo de la colombófila, en la que formó parte del grupo de su pueblo natal.
A título anecdótico, cuando estaba en activo en la Orquesta Copacabana, se cansaba de cargar tanto tiempo la guitarra electrónica, inventó una especie de atril tipo asidero que el mismo confeccionó a pequeña escala en madera y su hermano Jaime se lo realizó en hierro. En la misma orquesta, cuando veía que uno de sus compañeros estaba desafinado, él con su eléctrica realizaba el solo que su colega apena lo ejecutaba, lo que su inteligencia musical y su hacer en la musicología era evidente.
Yo soy de los que pienso, que este hombre, este gran hombre merece un gran homenaje popular, musicalmente hablando, algo hay que mover para que se le tribute mientras esté vivo, de lo contrario no veo gusto que no se promueva esta privación, amigos para ello los tiene, pero hay que moverse.

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL

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