Fotografía
referente a la dedicatoria de la Banda de Música de Santa Cruz de La Palma “La
Victoria”, a los entonces músicos de la Banda de Música Municipal de La
Orotava, tras su visita a la isla Bonita en la Bajada del año 1925.
En 1925 y por
iniciativa del ilustre orotavense señor Lugo y Massieu, la agrupación de La
Orotava acude a la isla de La Palma, a fin de participar en los importantes
festejos de la Bajada de la Virgen de la Nieves. Ante el entendido público de
la capital palmera, que ya el maestro Calamita conocía, pues ante de
venir a la Orotava, había sido contratado por el Señor Lugo-Viña a fin de que preste
sus servicios de Preceptor de Música a sus familiares en La Isla de La Palma.
La Banda en Santa Cruz de La Palma obtiene un brillante éxito. Por cierto en un
concierto extraordinario que estaba programado para efectuarlo por la tarde en
la Capital Palmera y que por haber aceptado nuestra Banda una invitación de Los
Llanos -en donde se desfiló ejecutando el pasodoble "Viva la jota",
de Marquina-, hubo de efectuarlo de noche y sin luz apropiada por haberse
retrasado más de lo previsto, pero resultó que a pesar de que era un gran
compromiso, ya que había en el programa obras de envergadura, entre ellas
"Campanone", del maestro Marza (muy complicada y muy obligada a la
madera y brillantísima por demás) que el concierto salió como
"bordado". Reconociéndolo el propio Ayuntamiento mediante escrito del
8 de Mayo del año siguiente. Es por este mismo tiempo el maestro Calamita
solicitó del que fuera en esa época director de la municipal de Santa
Cruz, la partitura de "El Pájaro Azul", del maestro Millan, para
instrumentarla y ejecutarla con su banda, que al facilitársela le dijo
"que suponía la quisiera para ejecutarla al piano, ya que no creía que
contara con elementos capaces de defender una obra de tal envergadura", y
cual no sería su asombro, cuando un domingo de las fiestas de San Isidro
de La Orotava, en el cual también actuaba la Banda de la Capital, oyó cómo la
Banda orotavense desgranaba las notas de esa importante obra, con tanta pureza
en todos los órdenes según manifestó abiertamente -como podían haberlo hecho
los profesionales que él dirigía-, todo esto era el fruto de la voluntad, la
afición y el estudio. En esa época la Banda tuvo la particularidad de
constituir, como si dijéramos, una hermandad o bien una gran familia -con todas
sus ventajas e inconvenientes-, ya que sabemos que la mayoría de sus
componentes estaban vinculados entre sí por muy estrechos lazos familiares.
También por esa gloriosa época, es cuando doña Nieves Lugo -luego Señora del
recordado Doctor Don Máximo Martín y Martín- la que incluso por sus méritos
fuera instituida a perpetuidad y para sus descendientes, madrina de la
banda por entonces, y tan ligada a lo largo de toda su vida a las
manifestaciones musicales y artísticas en general, pinta y dona a la Banda
Municipal orotavense un cuadro de Santa Cecilia, que posteriormente enmarcan
los músicos -en su mayoría sobresalientes artesanos- en una gran lira, y
colocan en lugar preferente de su sala de ensayo, esta ilustre dama villera,
también le donó a la Banda la imagen de Santa Cecilia que se venera en la
parroquia de Nuestra Señora de La Concepción. Don Maximiliano Martín Delgado
joyero de profesión, pero excelente aficionado a la pintura desde su niñez,
pintó un cuadro en óleo de Santa Cecilia, y se lo ha donado a la Banda Villera.
En la nueva sede de la Banda orotanvese figuran ambos óleos de la patrona de
los músicos y de la música. En honor a la verdad hemos de hacer constar que
aunque el maestro Calamita sacó a casi todos los que con él actuaron, varios de
ellos procedían, ya formados o a medias, unos de la Banda "La
Brevera", que dirigió y fundó el nunca olvidado Don Agrícola E, García, y
otros de los Exploradores, cuya batuta ostentaba el siempre recordado don
Cándido Acosta, esta ultima banda llegó a ser excelente "vivero" de
notables músicos, entre los que nos consideramos obligados a destacar al
maestro Jesús Illada.
BRUNO JUAN
ÁLVAREZ ABREU
PROFESOR
MERCANTIL
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