La Orotava
(1908-1958), De formación autodidacta destacó en el mundo de la fotografía canaria de la época, no sólo por la amplitud y
variedad de su obra, sino por la extraordinaria perfección de la misma.
Hija de
Antonio Lugo Massieu, fundador y director de El Campo -"periódico
propagandista del arbolado y del progreso del país"-. Nieves Lugo recibió
una cuidada educación que le permitió canalizar sus inquietudes artísticas y
desarrollar sus sensibilidad en diferentes campos de la creación como la
música, la pintura, la fotografía e, incluso, el cine. Aunque su trabajo en
cada uno de estos campos se circunscribió siempre dentro del ámbito de la pura
afición, Nieves Lugo fue capaz de superar la soledad del artista en
los "TIEMPOS DE SILENCIO" de la España y las Canarias de
posguerra: así, al espectador contemporáneo no puede dejar de sorprenderle su
capacidad -su decidida voluntad- para hacer evolucionar su obra en un contexto
político, social y cultural poco propicio para la mujer y para lograr proyectar
su trabajo, desde su villa natal, a otros foros regionales y nacionales.
En este
sentido, me parece imprescindible no perder de vista el contexto en el que
Nieves Lugo llevó a cabo su obra pues, en cierta forma, éste modeló su carácter
y su personalidad: dinámica, inquieta, fuerte y tenaz a la vez que sensible e
imaginativa; asumiendo los tradicionales roles familiares (esposa, madre de
cinco hijos), pero al mismo tiempo enfrentándose a nuevos retos artísticos y
reclamando la libertad necesaria para todo creador.
Sus fotografías fueron publicadas en la Revista “Sombras” en 1947 además de
participar en el I Salón de Fotografía Artística de Santa Cruz de Tenerife y en
el VIII Salón Nacional de Fotografía Artística celebrado en las Palmas de Gran
Canaria.
Practicó otras disciplinas artísticas como la pintura y el cine llegando a
rodar una película de ficción “Una sortija encantada” de 17 minutos de duración
con actores y actrices amateurs entre los que se encontraban sus familiares y
amigos de la Orotava.
CARMELO VEGA
"MENSAJE DE BELLEZA" (EXTRACTO), CENTRO DE FOTOGRAFÍA ISLA DE TENERIFE: UNA
SORTIJA ENCANTADA: “…Por esas fechas, Nieves Lugo empezaba a dar forma 'a
su nuevo y último proyecto importante: la realización de una película de
ficción. Su interés por el cine no era nuevo y en su biblioteca se encontraban
numerosos manuales sobre técnica cinematográfica. También se conservan varios
cuadernos ("Notas de algunas películas") donde apuntaba sus
impresiones y los datos técnicos más significativos de las películas que veía,
así como un detallado resumen, por escenas, del contenido de las mismas. Para
la realización de su película (de 17 minutos de duración, en color y blanco y
negro, y en formato de 16 milímetros), Nieves Lugo actualizó sus conocimientos
técnicos sobre el lenguaje cinematográfico y preparó cuidadosamente todos los
detalles de producción, seleccionando a los actores y a los extras entre sus
propios familiares y amigos de La Orotava, y eligiendo las localizaciones para
los escenarios donde habría de efectuarse el rodaje. Además, al tratarse de
una película muda, diseñó y dibujó ella misma los 36 rótulos que explicaban
las escenas y recogían los diálogos entre los personajes. Para confeccionar el
guión, adaptó un pequeño tebeo para niños, titulado La sortija encantada, de la
colección Cuentos Azucena publicada en Barcelona par Ediciones Taray. Se
trataba de una versión libre de la historia de Cenicienta. ¿Cómo explicar
esta película en el contexto de la obra de Nieves Lugo En primer lugar,
debemos entenderla como una prolongación más de su enorme y desbordado caudal creativo
y artístico; en segundo lugar, como una nueva demostración de su capacidad
para asumir y resolver toda clase de desafíos…”
En los años veinte
siendo inspector de la Banda Música Municipal de la Orotava y director el
vallisoletano don Tomás Calamita y Manteca, pintó un oleo de Santa Cecilia
utilizando un grabado de la patrona de la música que le cedió doña Antonio
Morales conocida por la “Planchadora”, vivía en la Calle El Barranquillo hoya
calle de Juan Padrón, este oleo aún se conserva en el cuarto ensayo de la
actual Banda de Música de la Agrupación Musical Orotava, según su nieto Vicente
Santos Villar también se conserva el grabado en la que ella se inspiró en la
casa de su abuela, habitada en la actualidad por su primo Juan José González
Villar(un gran músico). Entonces la Banda Municipal de La Orotava sacaba desde
el antiguo cuarto ensayo en lo bajo del Ayuntamiento el lienzo en procesión por
la festividad de Santa Cecilia.
SANDRA
HODGSON, A LA BÚSQUEDA DE UN LENGUAJE: “…La trayectoria creativa de Nieves Lugo es un
claro ejemplo de la evolución y crecimiento expresivo a lo largo de una vida,
para llegar a una mirada propia que es la que distingue a un artista. Su
recorrido fue lento, quizás por ser en parte autodidacta y quizás por tener
otras prioridades cotidianas que le impedían dedicarse exclusivamente a la
búsqueda de su propio lenguaje. Pero sus cualidades son evidentes y en su
última década de vida parecía haber llegado a una facilidad expresiva que
demuestra que se aproximaba a su esencia creadora. Durante la adolescencia son
muchas sus aficiones, todas como un tanteo personal de expresión. Poco a poco
va dejando atrás las que se acercan más a la artesanía para evolucionar
visualmente desde la pintura a la fotografía. Su mirada era sobre todo
plástica, no musical como la de su madre, ni literaria como la de su padre. Sus
primeros lienzos adolescentes intentan reflejar con la mayor similitud posible,
el entorno próximo, retratar el modelo con exactitud, lo cual convierte la
composición en una cuestión técnica más que en un fenómeno artístico"
Cuadros naturalistas como "La Plaza de San Francisco",
"Otopese".: son cuadros sin espacio ni composición formal. Al
verse sin herramientas para dar el siguiente paso expresivo empieza a copiar a
los maestros. Durante unos años su prioridad es conocer la naturaleza propia
de la pintura, su vocación artística ineludible. Los cuadros que escoge como
escuela son los del barroco español, quizás a la búsqueda de la profundidad del
lienzo, al tratamiento de la luz y la sombra, la separación de figura y
fondo... Velázquez es su guía, copiando detalles de sus cuadros "El
triunfo de Baco" o composiciones enteras "El cardenal infante don
Fernando de Austria, cazador". Al escoger la pintura barroca existe ya
una clara intención. No tiene interés en la pintura acuarelista de rincones
canarios que tanto triunfaba en aquel momento, prefiere el claroscuro, un
dramatismo mayor en el tratamiento de la luz, la profundidad de los planos. Sus
últimas pinturas serán bodegones: un paso natural hacia la búsqueda de
composiciones propias. La definición del espacio del cuadro, equilibrio de
figuras, iluminación de los plano? ... Los bodegones permiten estudiar
en un espacio controlado los modos de expresión que son propios a la pintura.
Seguramente no era consciente de que la pintura iba a ser su primera escuela
fotográfica. Empezó haciendo fotografías como cualquier aficionada para
retratar sus vivencias personales, y poco a poco fue introduciendo los recursos
expresivos propios de la imagen. Sus primeras fotografías artísticas partían de
una mirada educada en la pintura, y así durante unos años se solapan los temas
en ambas Disciplinas. Los ancianos en sombra y nuevamente los bodegones son un
claro ejemplo de su primera aproximación al blanco y negro. Sus fotografías son
entonces "cuadros" en su concepción y composición. Creo que
asombrada de las posibilidades plásticas de la cámara fue dejando aparcada la
pintura y la fotografía tomó la delantera, llegando a· su madurez artística con
ella. Es entonces cuando Nieves parece manejarse con toda facilidad en el mundo
creativo, con la soltura de quien encuentra su territorio. La suya no es una
fotografía de contrastes rotundos, geometrías, ritmos o escalas, abstracción al
fin y al cabo. Es una fotografía más interior, de sombras, nieblas o reflejos.
Su investigación plástica parece centrarse en la búsqueda de la transparencia
como herramienta intrínseca de la fotografía, alejada ya definitivamente de la
pintura. Transparencia o atmósfera que se introduce en la imagen como filtro,
creando un espacio ambiguo y etéreo, en el que se mueven las figuras. "La
cortina" y "Jaque" son muestras de ese hallazgo personal…”.
En el año 1957 le donó a la Banda de Música de la Agrupación Musical
Orotava una imagen que se colocó en la capilla musical de la Iglesia Monumento
del barroco canario Nuestra Señora de la Concepción, en ese mismo año fue
nombrada madrina perpetua de dicha Banda de música, continuando en la
actualidad con el mismo nombramiento su hija Candelaria Martín Lugo. También le
donó a la misma Banda de Música la Bandera símbolo de la Concordancia cuyo
diseñador fue don Ambrosio Díaz Manzano.
MYRIAM
HODGSON, ASIGNATURAS PENDIENTES: “…“No sé si cuando la
vida se le acortó a Nieves Lugo tenía asignaturas pendientes. No dejó escrito
un diario privado que pudiera damos luz, no dejó testamento ológrafo, no dejó
cartas... Nieves Lugo dejó poco ruido y muchas nueces. Cobijada en una familia
en la que los libros, la música y la pintura eran tan vitales como el pan, fue
creciendo hija única. En ese entorno, se desarrolló una jovencita brillante, de
ojos vivaces y sonrisa fácil, educada con las Hermanas de la Asunción, quienes
la consideraban, ya entonces, una superdotada. Además de pintura con Don
Enrique Sánchez y música con el maestro Calamita, estudió francés, inglés,
alemán -y hasta sueco- que llegó a hablar y escribir con la fluidez suficiente
para hacer los honores a algunos ilustres visitantes alojados en el Hotel Taoro
del Puerto de la Cruz. Desarrollaba ese espíritu curioso, crítico,
independiente, sin fronteras, volcando en aquel momento su creatividad en
cuadros de juventud o en copias y composiciones de toda posible expresión
artística, en puridad, más cercanas a la artesanía: desde el movimiento creado
por unas cerillas, a preciosas figuras del Belén canario que aprendió con Doña
Candela, la célebre lagunera. La vida ordinaria transcurría entre La Orotava y
los largos veraneos palmeros en la finca familiar de Oropesa, en la costa de
Barlovento. Por aquel entonces se enamoró locamente de un muchacho -en el decir
de la época- "poco conveniente", Máximo Martín Martín, con quien, a
pesar de las críticas y revelando su determinación, contrajo matrimonio en 1934
y que fue su compañero, su amigo, su cómplice, su devoción hasta el final. De
esa unión nacieron sus cinco hijos, Máximo, Mª de las Nieves, Mª del Carmen,
Mª Candelaria y Miguel Ángel. Asistía a su marido, quien con el tiempo se
convirtió en un médico reconocido y apreciado. Le ayudaba con el revelado de
las radiografías y todo aquello en lo que ella, mejor que nadie, se sabía útil.
El deseo de hacer cosas distintas, de llevar a cabo las ideas que bullían en su
cabeza, surgía en cualquier acontecimiento cotidiano. Su anecdotario es
colorido, como cuando una mujer como ella -poco o nada cocinillas a decir de
sus hijos, que "de eso ya se encargaba abuela María" fue capaz, sin
embargo, de dedicarse a crear, durante 2 días a puerta cerrada en la cocina,
para una de sus hijas un hermosísimo pastel de Primera Comunión con forma de
iglesia y con tejas de chocolate hechas una a una. Pero Nieves Lugo, lejos de
hacer del hogar un apostolado, lejos de postergar sus inquietudes, tomó las
riendas de sus días para encaminarlas en otra dirección: la pintura y, sobre
todo, la fotografía. Siempre con algún proyecto entre manos, con alguna
propuesta o algún reto. Recibía publicaciones especializadas, estudiaba, investigaba,
experimentaba: algunas de sus fotos fueron seleccionadas y publicadas en
revistas de ámbito nacional. Fue madurando en la búsqueda de su propio camino
de expresión personal. Su obra fue ganando en interés y calidad, como ha
estudiado el profesor e investigador Carmelo Vega, buen conocedor de su
creación fotográfica. Nieves Lugo se nos muestra como una mujer adelantada a su
tiempo, de espíritu crítico, laboriosa, sin remilgos, más bien reservada,
creativa, culta, curiosa... Pero no parece que el tejido de su personalidad
fuera fruto de una bastilla tomada, de una cruzada o una conquista, más bien se
muestra natural a su esencia, como agua que fluye... i como si no hubiese
podido ser de otra forma! Nieves Lugo estaba en pleno vigor creativo cuando el
veneno de la leucemia la obligó a alterar sus prioridades y por eso, precisamente
por eso, no sé si dejó asignaturas pendientes. La nuestra es su memoria. Juan
Ramón Jiménez tenía la idea de que uno no muere hasta que todos le olvidan...
"Yo no tengo más vida que la que me des tú. Acuérdate de mí!..."
En fin Doña Nieves fue toda una institución en la Villa, polifacética de
verdad, dibujante, pintora, fotógrafa, música, diseñadora, guionista del cine,
de teatro, actora, chofer de automóvil, esposa de un gran Médico liberal –
progresista, el palmero don Máximo Martín y Martín (aún no se le a reconocido
su labor en la Villa), enfermera acompañando a su marido en todos sus menester
desde el quirófano hasta la exploraciones de Rayos X y sobre todo una madre
ejemplar de cinco hijos dos varones el primero y el ultimo y tres hembras.
JUAN DEL
CASTILLO Y LEÓN SEMBLANZA FAMILIAR: “…Traté mucho a toda la
familia y conocí el ambiente de aquella casona -Felisa, Eustaquio, Benedicta,
Sandalio- pero, curiosamente, amisté poco con Nieves pues estaba enferma y en
cama los años en que comencé a frecuentarlos. Nieves había sido compañera de mi
madre, interna en La Asunción, considerada toda una superdotada por monjas y
alumnas del convento santacrucero. Físicamente era bajita y vestía con
sencillez casi franciscana. Destacó Nieves en múltiples facetas, en un
contexto poco propicio para el protagonismo de la mujer. Sobre todo, en
fotografía, música, cine y pintura. Sus herederos y algunas mansiones de La
Orotava conservan cuadros originales suyos y copias de grandes pintores. Según
se recuerda en los mentideros del Valle, su carácter, a diferencia del de sus
padres y Máximo, era algo distante. Sin embargo, conectaba bien con algunas
personas: el doctor Tomás Zerolo, el Padre Flores... Todo esto lo hacía
compatible con su papel de hija única, esposa y madre ejemplar de cinco hijos.
Su padre era el gran cronista, don Antonio Lugo y Massieu que fue fundador y
director de varias publicaciones, como la revista El Campo. Todo un abanderado
de la agricultura y el progreso del país. Su vida trascurrió entre La Palma,
donde había nacido y donde pasaba largas temporadas y La Orotava donde poseía
una impresionante biblioteca y hemeroteca, hoy integradas en la Biblioteca
Municipal. Dejó ejemplo de su amor al arbolado en sus heredades de Oropesa
(Barlovento) y La Marzagana (La Perdoma). Poseía una humanidad y simpatía
desbordantes. Tuve trato asiduo con él, escribiendo un sentido artículo en el
periódico La Tarde, en 1965, a propósito de su muerte y figurando su divertida
biografía en mi libro Esencias de La Orotava. Le oí muchas veces decir:
pertenezco a la generación de Andrés Arroyo, Luis Benítez de Lugo...; i
por lo menos guerra hemos dado! No se le quedaba a la zaga, su esposa,
doña María Benítez de Lugo, con inusual cultura para su época y dotada de una
finura y cordialidad extraordinarias. Ellos fueron, con rigor y mimo, los
forjadores de la educación de su hija Nievitas, como la llamaban familiarmente,
una artista del siglo XX, una mujer para tiempos de más protagonismo, una
condesa de Pardo-Bazán en isleña. Otra figura singular fue su esposo, Máximo
Martín. Había nacido en San Andrés y Sauces. Por cierto, la noche del pregón
del Cristo me dijo un ilustre palmero que los oriundos en esta comarca son
hombres de gran arrogancia. Médico por Salamanca y Madrid. En La Orotava fue de
por vida director del Hospital. Vivió una época en la que, en los pueblos, se
tenía que hacer de todo: partos, apendicitis... Como médico de cabecera o de
familia tuvo una influencia extraordinaria en la vida del Valle en todas sus facetas.
Con estampa de «zorro plateado», también poseía un don de gentes envidiable,
ojo clínico excepcional y una viveza fuera de lo común. Repito mi sentido
tópico de siempre: La Orotava tiene contraída una gran deuda con el doctor
Máximo Martín y Martín. Nieves padeció durante ocho interminables años una terrible
enfermedad: leucemia. Lo que la retuvo en cama, falleciendo a los cincuenta
años, con lo que se frustraba una esplendorosa ejecutoria artística. Otra
faceta de Nieves que he querido dejar para el final fue el cine. Destacan un
documental sobre las Alfombras de Flores y sobre todo, la película de ficción
de 17 minutos de duración La sortija encantada. Para Vega es una inocente parábola
de los riesgos de la ambición. En cualquier caso, todos coincidimos en que la
película es el testamento espiritual, el mensaje último de la gran señora
orotavense….”
Su muerte prematura (1958) coincidió con el momento de su máxima madurez
artística, sobre todo en el mundo de la fotografía, truncando una interesantísima
trayectoria, y su sepelio fue multitudinario, todas las capas sociales de la
villa y la Banda de Música de la Agrupación Musical Orotava dirigida por don
Ernesto Correa Negrín y su bandera con crepón negro en señal de luto
acompañaron a doña Nieves a su morada infinita del Campo Santo villero.
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
No hay comentarios:
Publicar un comentario