Le doy luz un documento que me entregó amablemente mi amigo desde la
infancia en la calle El Calvario de La Orotava, Manolo Fariña Hernández,
se trata de un valioso documento del merecido homenaje que se le tributó al
pianista – organista villero don Antonio Sosa Hernández el 16 de diciembre del
año 1956.
Al maestro Sosa en la Villa se le sigue recordando con muchísimo
cariño. Este importante documento es un memorando de nuestro cronista oficial
que lo fue don Benjamín Afonso Padrón maestro nacional, muchos años en las
escuelas unitarias del barrio orotavense – portuense La Vera, memorando
que reproduzco íntegramente en esta sección de esencias villera, acompañándole
una foto en su recuerdo: No es propósito sujetarnos a los cánones de una
biografía, en este caso la de nuestro dilecto y admirado amigo el pianista don
Antonio Sosa Hernández. De aquí que cuanto digamos no sea documentado con
fechas y otros datos, siempre interesantes, pero que no los creemos
trascendentales para el fin que nos ha llevado a confeccionar esta especie de
opúsculo. Y así justificado el intento, digamos que nuestro Semanario en su
deseo de rendir tributo de afecto y admiración al caballeroso Maestro de
Música, ofrenda estas líneas como recuerdo de estos momentos en que todos los
orotavenses y con ellos los demás habitantes de la isla, y los amigos que
viven más allá de estos límites, se vinculan en una manifestación, que tiene
por principal finalidad deshojar, ante el homenajeado, la siempreviva del
agradecimiento y la admiración por la fructífera labor de su sacerdocio
artístico.
Don Antonio Sosa Hernández, hijo de esta Villa de la Orotava, mostró desde
corta edad inclinada vocación por el arte de la música. De aquí, que aquel
orotavense, don Eustaquio Celada, entusiasta colaborador para toda empresa
noble que de alguna manera elevara el prestigio de su pueblo dignificando a
sus hombres, fuera eficaz valedor ante el Maestro Calamita, que fue director
de la Banda de Música desde el 1 de Octubre de 1898, para que diera
lecciones al que homenajeamos, cuando solo contaba seis años de edad. Pasado el
tiempo con notable aprovechamiento y creciente admiración del Maestro por las
virtudes artísticas de su discípulo, el porvenir se lo avizoraba con
esplendidez. Había ya fundadas razones para augurar, que Sosa podía escalar
hasta la cima del difícil arte de la música. Y así las esperanzas, Sosa pasa
luego a recibir lecciones del célebre músico Longás, que le va descubriendo
más amplios horizontes.
Un acto, viene casi a consagrarlo como consumado pianista. Nos referimos a
uno celebrado para allegar fondos con destino al Hospital de la Santísima
Trinidad. Sosa interpreta la obra «Invitación al Vals» de Carl María
Friedrich Weber y obtiene un éxito resonante. Tenía entonces 15 años de edad.
Luego de este triunfo inicial que lo lleva en alas de la popularidad, sigue
el triunfal camino de sus actuaciones. Así, en el antiguo desaparecido teatro
«Salón Novedades» de Santa Cruz de Tenerife, durante seis años consecutivos es
pianista de una orquesta famosa en los anales artísticos isleños, que
interpreta música para las compañías de zarzuela; las mejores de España, que
por allí desfilan. Intervinieron con él, entre otros, Silvestre, primer violín;
Giner, fagot, músico de primer orden; Unanue, trompeta vasco, profesor de la
Banda de Alabarderos de Madrid; Salazar, violín, Profesor de la
Banda Municipal de Madrid; Rodríguez, oboe, que en la actualidad
pertenece a la orquesta del teatro Colón de Buenos Aires; Bass, uno de los
mejores clarinetes de España, que fue Director de la Banda de Música
de La Laguna; Álvaro Fernández, Taular, etc.
Asimismo se nos recuerda que a los 16 años de edad, fue pianista de la
«Orquesta de la Compañía de Zarzuelas de Campoamor», juntamente con
músicos de -gran valía.
Cuando la eximia Matilde Martín recibía lecciones de su Maestro Ernesto
de la Torre, Sosa acompañabala al piano. En ocasión en que la
Compañía de Zarzuelas de Palacios, viose sin recursos económicos para
reemprender viaje a la Península, Matilde Martín interviene en una
función benéfica a tal objeto, siendo el Maestro Sosa quien la acompañó al
piano. Y en este devenir del destino, días más tarde interviene, el nombrado
Sosa, en una función a beneficio de Matilde Martín, para que ésta pudiera
marchar a la Península con el fin de ampliar estudios.
De entre las varias anécdotas que ornan su paso por las sendas triunfales
del arte, recordemos aquella que motivó su traslado a Las Palmas de Gran
Canaria, enviado por el Sr. Baudet, de quien habían solicitado un pianista para
actuar con una célebre compañía de zarzuelas. Llegado a dicha capital
presentase, a la hora convenida, en el Teatro. La edad de Sosa -muy joven aún-
púsole al Director ciertos barruntos de
duda acerca de su valía como músico para aquella orquesta formada de los
mejores profesores: ¿Manera de eliminarle?: cometiéndole a dura prueba. El
Director pone en atriles tres obras de concierto, que no eran precisamente las
que se solían tocar en zarzuelas. Comienza el ensayo y ante el asombro del
severo juez, triunfa de manera notable y prueba así la fama de que venía
precedido. Ello le conquistó la admiración general y le valió por tanto, aparte
de las actuaciones que se habían previsto, otras más durante seis meses.
Recordemos también que actuó con la célebre artista Blanca Azucena en
Santa Cruz de La Palma y que en la isla de la Madera desfiló por
los principales teatros obteniendo resonantes triunfos.
En la actualidad es Director de la «Capilla de Santa Cecilia», que dirige
desde hace más de cuarenta años y organista de la Iglesia parroquial
de Nuestra Señora de la Concepción.
La acusada personalidad de nuestro dilecto y admirable amigo es para
nosotros, símbolo de virtudes caballerosas que se conjugan en la sencillez o
en la humildad.
Jamás se ha envanecido por los brillos de la aureola de su bien ganado
prestigio como músico. Pasa por la vida sin afanes de pompas mundanas, sin que
la vanidad haya podido ni siquiera situarse a los umbrales de su espíritu
cultivado con esmero.
Los años no han desfilado por él en balde. Ha sabido quemar todas sus
horas, todos sus instantes, en aras de una vocación artística, sin estruendos
de pirotecnia. Sosa es Maestro de Música de varias generaciones de orotavenses
y Maestro a la vez de un estilo, de una manera de ser que se traduce en su proyección
virtuosa. Vive en nosotros con la emocional evocación de sus recuerdos y en
diaria entrega a su sacerdocio artístico sin Que la voz de la
Fama haya podido llevarle a lejanas tierras en donde el triunfo pondría a
su paso el esplendor de sus galardones. Este cariño a su Patria Chica, a su
Villa de La Orotava, que le retiene con irrompibles vínculos filiales, es
un motivo más de entrañable amor de este pueblo que fue su cuna.
Podríamos extendernos en más detalles, pero nuestra intención, ya apuntada
en principio, no es ni siquiera un esbozo biográfico, sino simplemente la
ofrenda de unas simbólicas siemprevivas, florecidas a los puntos de la pluma
con la misma espontaneidad que podrían surgir en el mismo instante en que se
celebran los actos que motivan la dedicación de estas palabras. Solo deseamos,
no sabemos si lo habremos conseguido, que se presienta entre ellas el latido
emocional del afecto y de la admiración que profesamos a nuestro dilectisimo
Maestro Sosa, ejemplo de humildad; Maestro de Música y Maestro de un estilo
que lo hace hombre de genuina estirpe de hidalgos; corazón que atesora
sentimientos nobles y alma que es arca de virtudes; corazón y alma que brotan
el bálsamo bienhechor de la verdadera amistad.
TEXTO DE LA TARJETA DE INVITACIÓN: «Homenaje al Maestro y
Excelente pianista don Antonio Sosa Hernández».-Orotava, 16-XII-1956.
«Patrocinado por el Excmo. Ayuntamiento de esta Villa y organizado por la
«Agrupación Musical Orotava», con la cooperación de las entidades artísticas
musicales: Agrupación Musical «Eslava» y Capilla «Santa Cecilia». Y con la
colaboración de las Sociedades: «Liceo de Taoro», «Casino Orotava», «Juventud
Masculina de Acción Católica», «Semanario Canarias», alumnos y ex-alumnos.
El ofrecimiento lo hará el Presidente de la Agrupación, Don Eulogio
Borges Coello.
La. Presentación de honor: El Señor Alcalde, D. José Estévez Méndez.
Y cerrará el Acto el culto escritor y ex-componente de la
Capilla «Santa Cecilia» -que dirige el Sr. Sosa D. Luís Diego Cuscoy.
La «Agrupación Musical de Orotava» dará, en honor al homenajeado, un
concierto extraordinario que tendrá lugar en la plaza de la Constitución,
a las doce horas de este mismo día, con sujeción al siguiente Programa:
Primera Parte.- «Certamen Musical». Marcha de Concierto, R. Dorado; «El
Trust de los Tenorios» Selección, J.. Serrano; «En un Mercado Persa»,
Intermedio, A. W. Ketelbey.
Segunda Parte.- «La Boda de Luís Alonso» Intermedio, Gimenez; «Los
Cantos Canarios» Sinfonía, T. Pówer; «La Gracia de Dios» Pasodoble, R.
Roig.
MENU.- Entremeses variados. Consomé. Pescado Académico. Carne Homenaje.
Postre: Copa «La Academia». Licores: Vino, Café, Coñác, Tabacos.
NOTA: Este acto tendrá lugar en el amplio salón de fiestas del Bar
Restaurante «La Academia» de esta Villa de la Orotava, a las 13'30
horas»….//…...
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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