Fotografía que me remitió entonces (06/10/2012) mi primo; JOSÉ LUIS ÁLVAREZ
DELGADO, referente a una de las primeras agrupaciones musicales de Santa Cruz
de La Palma. Banda de Música militar del Batallón de Cazadores la Palma, del
cuartel de San Francisco de principio del siglo XX.
El Palmero ROBERTO CABRERA GARCÍA escribe una semblanza de las Bandas de
Música de Santa Cruz de La Palma: “… Sentado sobre los callaos frente
al mar de la playa, el rumor de las olas intensifica los detalles de la música
en el recuerdo y en el hoy. La isla hacia el sur provee estas costas de acordes
náuticos y de poesía marina que acompasan y desnudan historias de pescadores y
náufragos, de musgos sobre los que recomenzar y dar pábulo a historias que
parecen leyendas. Aquí bajo este sol la pluma corre ágil, la tinta se liquida
y anima a esbozar estos apuntes que sirvan como puerta al nuevo número que hoy
presentamos. En la mañana había estado repasando la editorial de aquél primer
director de Acorde, Leocadio Ortega, hoy fallecido aunque no olvidado. Nuestro
poeta hacía una semblanza de las dificultades del mundo editorial en la isla,
con el día de la botadura de un nuevo barco de palabras al mar: a bordo están
los tripulantes, músicos jóvenes y mayores, que no han cesado en su empeño de
mostrar a los cuatro vientos y contra viento y marea, la calidad de sus
interpretaciones y composiciones. Publiqué en alguna de sus páginas los
hallazgos etnográficos que se escondían detrás de una vieja fotografía de la
Orquesta Minerva Jazz, que se exhibía en el barLa Centáurea, en
Fuencaliente.
Con el tiempo estos músicos pioneros pasarían a la
historia de la música creativa en Canarias, junto a otros componentes ya sea
de la Valle Jazz de Domingo Ferrera o la más antigua Broadway de
Santa Cruz de La Palma. En los años 80 destinados al Instituto Pérez
Díaz como agregado de Filosofía, tuve la ocasión propicia para el reencuentro,
ya que desde la más tierna infancia era traído a la isla por mis progenitores
palmeros. Y como consecuencia del empuje de algunos de mis alumnos también
músicos entré como alumno en la academia de la banda que dirigía Julio Gómez,
con quien daba las clases de solfeo. Con el maestro León Medrano, contratado
por el Exmo. Cabildo Insular me pude iniciar abiertamente en el aprendizaje
del trombón a varas. A partir de! conocimiento de muchos de aquellos estudiantes,
comencé a intervenir junto a los compañeros de la Porro Jazz Band y
más tarde formé junto a varios de ellos Delfín Verde Jazz Quartet, una
inolvidable formación con la que recorrimos la isla en gira con CajaCanarias
y de forma independiente varios meses en e! grill del Hote! San Miguel.
Logramos con ello que este formato musical alcanzara cotas muy altas y que se
creara un creciente interés hacia la música instrumental. Pronto visité la
isla con mi propia banda: Gato Gótico interviniendo en los conciertos de jazz
que organizaba el patronato de la Bajada de la Virgen de
las Nieves, en sendos lustros, convirtiéndonos por algún tiempo en un referente
dada la acogida del público que nos hacía tocar en disímiles lugares, desde el
Silvestre Carrillo hasta la placeta Borrero, Puerto Naos, Fuencaliente en sendas
ocasiones por sus fiestas patronales, Charco Azul, Benahoare, Argual, y
recientemente en el Palacio Salazar invitados a las Jornadas Culturales Cuarto
Son.
Posiblemente resultará cuestionable que relate estas
experiencias curriculares pero es que paralelamente a estas vicisitudes
aquellos conocidos y amigos iban concluyendo sus estudios musicales y con ello
era habitual que me los tropezara en sus constantes visitas al Conservatorio de
Santa Cruz de Tenerife. Vuelvo ahora al principio, porque con todos me une una
entrañable amistad y por ello no dudé en entregarme también a la tarea creativa
y poética, ya que compartí una gran amistad y correspondencia con Félix Duarte
Pérez, amigo de mi propia familia, conformando por nuestras inquietudes
literarias la tertulia El Faro en Santa Cruz de la Palma, entre los años
1983 y 1987 con Antonio Arroyo Silva y OIga Luís Rivero, dos de los poetas más
interesantes que ha dado La Palma. El cabildo palmero auspició
nuestra aventura literaria durante esos años y así pudimos editar la revista
«Menstrua Alba», que figura desde hace ya muchísimo tiempo en la historia de la
literatura canaria. Quizá por todo ello, llamado por el poema de la isla,
vuelvo a emprender la aventura editorial, como uno más, abriendo con ello la
posibilidad de una comunicación fluida en el siempre difícil océano del arte y
la cultura. Es un reto a nuestro coraje para continuar y a nuestra valentía
para innovar. Sólo así lograremos que se nos escuche mejor en el concierto de
la música instrumental, y que sea en la tierra de los auaritas donde mejor se
distingan los acordes de las estrellas en todo el hemisferio…”
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
Magnífico
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