Fotografía
de la mansión de la familia “ASCANIO MONTEVERDE” (actualmente sociedad de Liceo
de Taoro), remitida entonces por los amigos del Archivo Municipal de la Villa
de La Orotava en la calle de San Sebastián.
Corresponde
a los primeros años sesenta o finales de los cincuenta del siglo XX, donde
podemos observar los cuidados jardines y la pista de entrada y salida del coche
(Austin anglosajón color negro) de la casa con su recordado chofer señor
Alfredo Hernández, que subía con sus patrón por la derecha aparcaba por fuera
de las escalinatas principal y bajaba por la izquierda.
En mi
infancia recuerdo ver a su dueña, una gran mujer orotavense doña Catalina
Monteverde y Lugo, que vivía con su hija Leonor Ascanio Monteverde y sus nietos
Juan, Leonor, Tomás y Fifi Guardia Ascanio.
La
mansión como vivienda la recuerdo con mucho cariño, tenía una medalla de la
Milagrosa encima de la portada principal. Además poseía una capilla con retablo
dedicado a la virgen de La Milagrosa, en la primera planta a la izquierda.
Doña
Catalina Monteverde y Ascanio, nació el 16 de marzo de 1880, en la
solariega casa de Monteverde, en esta Villa de La Orotava. Sus padres,
principal familia de las Islas Canarias, don Antonio de Monteverde y del
Castillo, nieto de los condes de Vega Grande y jefe de la Rama Segunda de la
Ilustre Casa Monteverde y de doña Julia de Lugo y García Benítez de la Cueva,
le hacen seguir desde su infancia la tradición de los suyos: la desinteresada
ayuda a los demás que en aquella época era posible.
Su padre, entonces mayordomo de la
Parroquia Matriz de esta Villa, le inculcó a que pasase la mayor parte de sus
años juveniles ayudando a lograr la esplendidez que desde entonces tienen en
esta localidad principalmente la Semana Santa como camarera mayor de la
Dolorosa del escultor grancanario de Santa María de Guía don José Lujan
Pérez y el Corpus Christi con la confección del tapiz en homenaje a la divina
majestad.
Fueron sus tías las que iniciaron en el
año 1946 la confección de las conocidas alfombras de flores en la celebración
de la Octava del Corpus y ella aprende con los suyos ese difícil arte,
cooperando con sus hermanos, quienes se hacen acreedores de la fama que en ello
logró la familia Monteverde.
EI 27 de noviembre de 1905 contrae
matrimonio con don Tomás de Ascanio y Méndez de Lugo, y a pesar de sus
numerosos hijos y de las obligaciones familiares que lógicamente le retienen en
su hogar, continúa su eficaz ayuda tanto en lo religioso como en lo social.
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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