miércoles, 4 de octubre de 2017

TENEGUÍA



Hace años que el famoso volcán de la isla bonita La Palma, echó su iluminaria y rio de la lava a la intemperie. Aquello sí que fue un gran acontecimiento popular y turístico, sobre todo el turístico que entraba en el gran apogeo en Canarias. Recuerdo que la expectación era enorme, a amanecer de aquellas tardes otoñales desde los baluartes del Puente del Escultor Estévez en La Villa de La Orotava, desde  el horizonte lejano del norte del océano Atlántico se veía el maravilloso espectáculo de la erupción volcánica de Teneguía de la Palma.
Un servidor estudiaba el segundo año del profesorado mercantil en las escuelas superiores de comercio de Santa Cruz de Tenerife y jugaba al baloncesto en el CB Independiente de La Orotava en 3ª división. Coincidiendo con esta preciosa erupción palmera, nos desplazamos a la Palma en avión a jugar al baloncesto a Los Llanos de Aridane. Un  servidor, Isidro Fuentes, Leoncio Estévez, Chago Estévez, Vicente Vivas etc. disfrutamos desde el aire ver la luciérnaga del Teneguía
El Volcán de Teneguía ha sido la última erupción volcánica en España. Tuvo lugar en el volcán de Cumbre Vieja (que es el volcán propiamente dicho), en la isla de La Palma, en 1971.
Su nombre proviene de un roque cercano muy famoso que contiene petroglifos auaritas. Antes de entrar en erupción se habían producido numerosos terremotos cuya intensidad iba en aumento, lo que alertó a los vecinos de Fuecaliente de La Palma, donde surgió el volcán. La erupción duró desde el 26 de octubre de 1971 hasta el 18 de noviembre de ese año. Fue una erupción relativamente corta, la más corta de las históricas de Canarias, sobre todo si se la compara con la que duró 6 años en el siglo XVIII en el que hoy es el Parque Nacional de Ttimanfaya en Lanzarote.
En tiempos históricos han tenido lugar 16 erupciones volcánicas documentadas, ninguna de ellas con víctimas mortales. Esto ha sido posible por la baja densidad demográfica y por la fluidez de las lavas que se emiten en los volcanes canarios. El volcán produjo daños materiales a los cultivos de vid de la zona y destruyó una playa, aunque luego se formó otra gracias a sus coladas. No afectó a las zonas pobladas y gracias a la cercanía de la costa, la lava vertida al mar, solidificándose, hizo crecer un poco el tamaño de la isla.
El volcán se convirtió en un atractivo turístico, y numerosos vuelos chárter y frecuencias especiales fueron programadas para cubrir la demanda de pasajes de los turistas que querían ver el volcán. También fue un foco importante de atención y estudio para los científicos de la época.

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL

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