Mi amigo desde la
infancia de la Villa de La Orotava; FRANCISCO JAVIER PÉREZ BAUTISTA, “Quico”,
remitió entonces (2017) unos artículos de su hermano el orotavense FLORENCIO
LORENZO PÉREZ BAUTISTA, Doctor en Medicina y Cirugía por la Universidad de
Salamanca, Profesor Adjunto de Medicina en la Universidad de Salamanca, Toco –
ginecólogo y Miembro de Número de la Sociedad Española de Médicos Escritores: “…El tremendismo del autor, no tiene límites. Puro y duro realismo de la vida
en las aldeas gallegas, lejos de la civilización. Una novela de "rompe y rasga". Profundamente desagradable de
leer.
Situada en los comienzos de los
años 30 del pasado siglo, en tiempos de la Segunda República, arranca a raíz de
la Guerra Civil, sigue en los 3 años de lucha y
finaliza con los primeros hechos en la Segunda Guerra Europea, acabando
aquí.
Como he dicho retrata el modo o
los modos de vivir en la lejanía de los campos. Apunto unos pocos detalles, de
los que consideraba "normales" por ejemplo, el bestialismo, la
infidelidad conyugal tanto del hombre como de la mujer, de homosexualidad y de lesbianismo. Al primero, lo citan con
los nombres de "marica, mariquita y de
serie B” Una muy curiosa y repugnante
de darse a conocer el invertido, era exponer los genitales fuera de la
bragueta. Se admitía como "normal" otro hecho más repugnante aún: la
masturbación de niños y adolescentes
por familiares cercanos, dos sobre todo. En fin, pura y dura pornografía.
Punto y aparte, lo merece la conducta de un buen número de sacerdotes con
sus queridas. Curas pederastas, brutos, sucios, sin educación: se tiraban pedos
(textual) y eruptos muy sonoros, en público. Una medida legal contra el
incorregible marica, era el meterlo en la cárcel. y para salir de ella, tenían que caparse, emascular, extirpar testículos
y pene. Algunos presumían de tener un "carallo" (pene) tan grande
y gordo que IE>S llegaba a la rodilla. La gente al
vérselo ,sobre todo mujeres, a las cuales, muchas, alardeaban de la :potencia
sexual y su gran " carallo", por lo cual, les perseguían. Habla curas
con numeroso hijos bastardos, hasta 15. Por otro lado, impresiona la conducta
de ciertas crueles madres con sus hijos, cuando éstos nacían tontos, idiotas o
sordomudos y ella estaba de mal humor, les daban tremendas palizas. Había una
mortalidad infantil, por distintos procesos bronco-pulmonar. Vetos ferina,
apendicitis, viruelas etc.…etc.
La Guerra Civil, como es obvio,
ocasionó una enorme cantidad de muertos y heridos. Pero que, en los pueblos,
tenía otra y dramática trayectoria.
Andaban a la búsqueda de chivatos, traidores de uno y otro bando, que terminaban con la muerte del acusado de manera
cruel despedazados por grandes perros, sobre todo de noche y en los montes.
Así, todos inocentes.
La novela acaba, precisamente
con el informe del forense sobre él cadáver de uno de éstos sentenciados a
muerte. Ocupa más de 6 páginas.
Escrito por un profesional, con los datos aportados por el narrador. Es
perfecto, magnífico. lo mejor de la obra, para un médico. Cela no pudo hacerla
porque sólo inici6 los estudios de Medicina. V esta asignatura, Medicina legal,
se daba en cualquiera de los dos últimos años. Queda mucho en el tintero.
Recomiendo su lectura.
RBA Promociones Editoriales SL
Barcelona 2001 Camilo José Cela 1983.
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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