miércoles, 27 de septiembre de 2017

LOS CUATROS JINETES DEL APOCALIPSIS, DE BLASCO IBAÑEZ. (1914- 1918)



Fotografía referente a los hermanos; Florencio Lorenzo Pérez Bautista y Francisco Javier Pérez Bautista. “Quico”.

Mi amigo desde la infancia de la Villa de La Orotava; FRANCISCO JAVIER PÉREZ BAUTISTA, “Quico”, remitió entonces (2016) unos artículos de su hermano el orotavense FLORENCIO LORENZO PÉREZ BAUTISTA, Doctor en Medicina y Cirugía por la Universidad de Salamanca, Profesor Adjunto de Medicina en la Universidad de Salamanca, Toco – ginecólogo y Miembro de Número de la Sociedad Española de Médicos Escritores: “…El Presidente de la República Francesa, Raymond Poineari (1860-1934), encargó al escritor que se ocupara sobre las trágicas batallas que tenían lugar al norte del país entre galos y germanos, diciéndole. “Quiero que vaya ud. al frente, pero parta escribir en los periódicos, eso pueden hacerlo muchos. Vaya como novelista, observe y tal vez de su viaje nazca un libro que sirva a nuestra causa”. Finalizada, añadió, “la novela imaginada y escrita en un pisito de la rue Reurequin ha dado después la vuelta al mundo, siendo traducida a los idiomas de todos los pueblos civilizados y obteniendo en algunos de éstos, (los más importantes y poderosos) un éxito que nunca llegué a sospechar.
La obra está dividida en tres partes y cada una de ellas tiene cinco capítulos. La primera parte, la ocupa totalmente en narrar las visitudes de dos familias (inventadas por el escritor para darle mayor arraigo novelesco). Una francesa, de apellido Desvouyers y la otra alemán, Von Hantrop.
Los primeros, residentes en Paris, y los segundos en Berlín. Ambas familias estaban estrechamente enlazadas por matrimonios, los que provocaban fuertes discusiones, hasta verse, cara a cara en la guerra en bandos opuestos. Desde el primer momento se pone de manifiesto la prepotencia alemana sobre las naciones colindantes y otras lejanas.
El nombre de Apocalipsis, sabido es, procede del último libro canónigo del Nuevo Testamento. Contiene las revelaciones escritas por el Apóstol San Juan, referentes en su mayor parte, al fin del mundo.
Los cuatros jinetes, representaban la Guerra y la Peste, El Hambre y la Muerte. Sobresalen, obviamente la Guerra y la Muerte. Tan sólo puntuales referencias a la otras dos.
Dejando a un lado lo antecedentes de la guerra, históricos y económicos y diplomáticos, la causa inmediata fue el asesinato en Sarajevo el 28 de Junio de 1914, el príncipe heredero de la Corona Imperial Austriaca, Francisco Fernando. Las declaraciones de guerra fueron por ese orden y fechas:
28 de Julio, Austria a Sarajevo; el 1 de Agosto, Alemania a Rusia; el 2 Alemania a Francia; el 3 Alemania a Bélgica; El 4 Bélgica a Inglaterra y Alemania; el 5 Austria a Rusia; el 11 Francia e Inglaterra a Austria.
La Alsacia y Lorena su recuperación por Alemania ( entonces en poder de Francia) fue una de la causas de la guerra, como dice en la novela.
En el texto, en la parte 1º cap.5 aparecen los inicios de la guerra franco- alemana. Datos con los desfiles entusiastas de los franceses en París, camino de los trenes  que llevaban a los distintos frentes. (Parte 2º cap.1)
En esta parte y en el cap. 5, a través de un personaje principal, se refleja toda la dureza de la Guerra y la Muerte. Este hombre Marcelo Desnoyers dueño de una soberbio y rico castillo en el norte de Francia, lo ponen como testigo de las atrocidades de los alemanes.
Primero bombardeaban al pueblo, Villeblanche, y luego la invaden, ametrallando a cuanta gente vivía. Una masacre. Fusilan al alcalde, al cura y a los principales vecinos. El pueblo es incendiado, también su iglesia. Hombres, mujeres y niños que huían “dando alaridos”, les daban caza y como fueran conejos, les daban muerte. También a todo animal domestico, cerdo, ovejas, vacas, gallinas… a los soldados franceses que, agotados huían los mataban a culatazos en el cráneo.
Instalados en el castillo, oficiales y tropas alemanas, rompían a culatazos y hachazos las puertas. Robaban cuantos les apetecía. Los muebles grandes los cargaban en camiones rumbo a Berlín Al quejarse oía las mismas palabras…: que quiere Ud.… así es la guerra…!
Punto y aparte merece las violaciones de la hija, virgen, del conserje del castillo. Tomaron parte todos los soldados y oficiales, incluso, los de mayor graduación. Un tormento físico y psíquico que le queda para toda la vida o mientras tuviera memoria. Antes el llanto, la desesperación y la impotencia de los padres, les llegaban las excusas. “es la guerra… debemos ser duros para que resulte breve. La verdadera bondad consiste en ser crueles, porque así el enemigo, aterrorizado, se entrega más pronto y sufre menos…”
No podían faltar las terribles escenas de los resultados de la guerra, que describe el autor a lo largo de casi todo el capitulo 5 desde las partes 2ª y 3ª de la obra. Eran tantos los muertos abandonados, destrozados, destripados, sin brazos ni piernas que despedían tal hedor de putrefacción que llegan a exclamar! La peste va a cebarse con nosotros. ¡
La novela se publicó en 1916 y aun quedaban dos años para acabar la Primera Guerra Mundial. Su cronología es tan extensa, que es totalmente imposible recogerla aquí y ahora. Para que el lector tenga toda la información cronología, le recomiendo la lectura de la Gran Enciclopedia Larousse tomo 11.
En suma, Blasco Ibáñez, tan sólo relató los inicios de la contienda bélica, pues a su terminación, las pérdidas humanas ascendieron a 8 millones. Otras perdidas fueron los materiales y financiera.Entre las principales. “la insuficiencia de los tratados de paz y las aplastantes coacciones nacidas de ésta guerra dieron nacimiento, a través del armisticio del 11 de Noviembre de 1918 a una paz que duro 20 años….  (DE LAS OBRAS COMPLETAS EN TRES TOMOS. T.II)>   AGUILAR. MADRID.1961…”

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL

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