Mi
amigo de los juegos infantiles en la histórica calla el calvario de la villa de
la Orotava; CARMELO SANTOS VILLAR, remitió entonces (2014) esta fotografía
realizada en el tiempo, que no sé cómo escribir y expresar, puesto que ambos
nacimos en la punta derecha de este espectáculo en los años 1950 y 1951, jamás
pensé que cincuenta años atrás (1900), este lugar fuese tan realista y sublimen
como lo vemos en esta extraordinaria panorámica ya para la historia.
Reflexión
en el tiempo de la orotavense calle El Calvario, es el titular, que se me cruza
en mis pensamientos, puesto que mi memoria no me la refleja. Vía empedrada, con
canalización fluvial por ambos empalizados. Arboles histórico de los
denominados Plátanos de Líbano dentro de la plaza de Franchi Alfaro, con
entrada de forma de un terraplén por esta vía. Hotel Teide de don Luis
Fumagallo, un mercader italiano que se asentó en la Villa al final del siglo
XIX en la calle de La Iglesia (actual Inocencio García Feo), y que luego
adquirió esta histórica hacienda (izquierda de la foto) en la calle El Calvario
esquina con la de García Beltrán (aún se conserva la trasera por la calle
García Beltrán), para montar un gran Hotel tipo de la época que le dominó
“Teide”, y que posterior se llamó “El Suizo”.
El
vestuario de la chiquillada y de las damas con sus clásicos sobreros y sobre
todo ver el carricoche con varios caballos, referente al transporte de
mercancías y viajeros a la capital tinerfeña y a los pueblos colindantes,
cuando aún no había hecho presencia en la villa de los modernos automóviles.
Por la
derecha todo un cuenta de hada; Mansión de los “Arencibia”, las tres que se
conservan (herederos de Nicolás Toste, Saro Calamita y Fariña Hernández, esta
ultima que la construyó do Casiano García Feo para su matrimonio), pero lo
curioso que al final de la panorámica, a la izquierda en el Llano de San
Sebastián, a pena están las construcciones tipo coloniales que no hace muchos años fueron derribada y que
eran una ciudadela, en la que vivían varias familias, así como las mansiones
construidas por el arquitecto don Mariano Estanga; Herederos de Ignacio Pérez
(Infinito) y Domingo González (actual propietario Chano Hernández Gutiérrez ).
Y a partir de ahí vemos un muro y pequeñas construcciones que en el tiempo
fueron derribadas.
Reflexión
de un lugar, donde nací, me crié y crecí hasta hoy, reflexión de un lugar que
siempre he llevado en mi estilográfica, y que nunca pensé encontrarme con este
romanticismo, donde la piedra hace arte e ilustración.
BRUNO
JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR
MERCANTIL
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