sábado, 7 de octubre de 2017

APUNTES PARA LA HISTORIA DE LAS ANTIGUAS FORTIFICACIONES DE CANARIAS



Fotografía correspondiente al principio del siglo XX, donde observamos el Castillo rodeado de bajíos repletos de todas clases de cefalópodos. Todo un cantar de la propia naturaleza.

El amigo; PINTO DE LA ROSA remitió entonces (12/11/13) estas notas que tituló: “APUNTES PARA LA HISTORIA DE LAS ANTIGUAS FORTIFICACIONES DE CANARIAS”: “…Es un fortín de tipo colonial, que defendió el Puerto Viejo de los ataques de corsarios y piratas. Fue uno de los cuatro fortines que en la antigüedad defendieron la ciudad. Esta fortaleza constituye el bastión defensivo militar más importante de la ciudad, de mediados del siglo XVI para la defensa de los navíos que buscaban refugio en el primitivo y entonces embarcadero del Puerto Orotava.
Se halla situado en la desembocadura del barranco de San Felipe, a unos 900 metros del casco urbano. Comenzó a construirse en 1599 en una zona en la que se disponían dos lánguidas plataformas dotadas con pequeños cañones  y concluyó a principios del siglo XVII, concretamente en 1604.
Su estructura tiene forma de pentágono irregular y su parapeto es de mampostería. Aparte de baluarte. En su larga historia ha sido utilizado como; lazareto, enfermería, depósito, ciudadela, sociedad de tiro, restaurante, centro cultural municipal, escenario privilegiado para conciertos musicales y exposiciones artísticas. A cincuenta metros del Castillo se conserva el antiguo almacén de pólvora o Polvorín.
Entre los primeros alcaides que estuvieron al frente del castillo se encuentran el capitán Juan Antonio de Franchi, nombrado en 1644, Diego Benítez de Lugo, Lorenzo Perera de Ponte, Alonso Calderón, Benito Viñas, Juan Francisco de Ponte, y Carlos Franchi. Con el nombramiento, en 1725, de José Agustín Machado Espínola se cierra la lista, de un total de cincuenta alcaides.
En el siglo XIX fue reformado pues el transcurso del tiempo lo había deteriorado. En 1878, se procedió a desartillarlo y fue entregado al Ayuntamiento con el objetivo de destinarlo a labores de enfermería y lazareto. Declarándose en el 1924 inadecuado para las necesidades del Ejército y fue totalmente clausurado como tal.
Declarado Monumento Histórico Artístico por decreto correspondiente al  22 de abril de 1949, y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español, y su estado actual se debe a la restauración realizada por el Ayuntamiento bajo la alcaldía de DON FELIPE MACHADO DEL HOYO SOLÓRZANO, MARQUÉS DE SIETEFUENTES (CONOCIDO POR FELIPE I), a finales de los años sesenta principios de los setenta del siglo XX utilizándolo como Restaurante que no duro mucho tiempo.
En 1993 se reforma nuevamente con la intención de darle una proyección cultural donde se celebran recitales poéticos, conciertos de música clásica, exposiciones y todo tipo de eventos por lo que se ha convertido en uno de los ejes culturales del municipio portuense…”

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL

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