martes, 3 de octubre de 2017

CALLE “VERDE” (I)



La denominación de calle Verde en la Villa de La Orotava viene, porque sus casas estaban pintadas con las puertas verde, o quizá existía musgo - hierba en el sombreado de la misma. Desde el día 11 de mayo de 1916, lleva la denominación del ilustre patricio villero don Nicandro González Borges, en memoria de su fundación docente, que preocupado por la enseñanza de la agricultura donó a nuestro pueblo el centro edificado al final de la calle, frente a la plaza de Franchi Alfaro. Denominación que la corporación  municipal villera acordó por unanimidad en el pleno celebrado en la fecha citada. La mansión con el numero 1, conocida por casa Román, del siglo XVIII, tres plantas, fue construida por don Miguel Matías Román de Lugo, coronel de los reales ejércitos de Puebla de los Ángeles (México). En el siglo XIX fue adquirida por Doña Pilar Monteverde y del Castillo, hija de doña Leonor del Castillo de Monteverde, fundadora de los tapices florales de la villa. Estuvo instalado el colegio de la Milagrosa de las hijas de la Caridad, por los años veinte, bajo la dirección de la inolvidable Sor Soledad Cobián, una monja con relato parecido a la película “Canción de cuna” del cineasta español Vicente Aranda. En el mismo caserón vivió un médico ginecólogo hijo de la villa que murió en Cuba, conocido por don Pablo Valencia y García, doctor por la universidad de la Habana y catedrático de la universidad literaria de la misma ciudad.  De 1892 a 1908, sus salones fueron ocupados por el Casino Orotava. Por último se la compraron a doña Pilar Ascanio y Monteverde, don José Álvarez Acosta, montando una exposición de muebles y la segunda parte la adquirió el constructor don Domingo García. 
La mansión con el numero 6,  de estilo canario - mudéjar, la vivió y la reedificó en el año 1930, el erudito alcalde de la villa don Agustín Hernández y Hernández,  tratase de una de la primera edificación de la calle (año 1558). Sus primeros propietarios fueron doña Antonia García de Albarracín y don Tomás Grimón. Fue fabricada por don Esteban Pérez Vento,  posteriormente la adquirió don Sebastián Martín. Frente a esta mansión, en una propiedad que había sido de la familia Román, vivió el doctor don Miguel Villalba Díaz, nació su hijo don Miguel Villalba Hervás, destacado abogado, director del diario republicano “la Justicia” y el periódico “la Federación”,  redactor del “Progreso de Canarias”.   Publicó en el año 1870, “una página de la historia política de las islas canarias”, sobre la revolución de septiembre del año 1868. Murió en el año 1899, en Madrid. En su cementerio de la Almudena descansan sus restos. En la mansión continua a la que habitó el señor Villalva, actualmente pertenece a la familia “Negrín - Ponte”.  En un tiempo estuvo instalado allí la industria “la Unión”. Al final del siglo XIX, vivió un medico cubano conocido por don Alejandro Codina, que tenía una sirvienta de color llamada “Alicia”. Posteriormente la mansión pasó a ser propiedad de don Francisco de Ponte y doña Ángeles Méndez, padres del recordado sacerdote pastor de la Perdoma don José Ponte y Méndez.  Por la calle Verde pasa el barranco de “Araujo”. Cuenta la leyenda que el barranco se llevó a “Alicia”, la sirvienta de color. Frente al mirador del citado barranco, estuvo instalado desde los años veinte a los cuarenta el colegio femenino “Dulce nombre de María”, dirigido por doña María Jordán. A la izquierda del barranco aparece una mansión neoclásica del arquitecto Mariano Estanga, denominada casa misión de San Vicente Paúl, fundada el 12 de enero de 1909, por don Juan Stirling, irlandés afincado en la villa, el cual trajo a los padres paúles desde Irlanda.  Lo más ejemplar de la calle la dulcería famosa de doña Guadalupe Regalado y don José Reyes, que con las famosas galleteras endulzó el paladar villero. Las románticas y acogedoras mansiones de la familia “Ascanio”,  la neoclásica con algunos puntos de estilo árabe andaluz, construida en el año 1902, por el mencionado arquitecto Estanga. Subsiguientemente edificaciones de estilo clásico canario que pertenecieron a don Domingo Calzadilla, beneficiado de Nuestra Señora de La Concepción. Vicario, juez eclesiástico de la villa. La habitó don Enrique Ascanio Estévez ex - alcalde y su hijo don Enrique Ascanio Méndez. Por ultimo la mansión de estilo canario de dos plantas, patio central espléndido, con el número 39,  vivió el destacado orfebre don Felipe Acosta y Bencomo, restaurador de las Andas del Corpus de la parroquia de Nuestra Señora de la Concepción, diseñadas por Betancourt y Castro, procedente del ex - convento de San Benito, realizadas en su taller. Y don Cándido Acosta Rodríguez, que fue director y fundador de la banda de música los exploradores de la villa. Banda, según el historiador Rodríguez Mesa, llegó a ser excelente vivero de músicos.
En la histórica Calle Verde de La Villa de La Orotava destacan en mi infancia y juventud, la dulcería de doña Guadalupe Regalado que confeccionaba unas galletas deliciosas exclusiva de esa recordada confitera de la cantera del oriundo alemán don Egon Weben. También era impresionante las técnicas industriales de su hijo Carmelo Reyes Regalado, destacando por su propia inteligencia. Su hermano Ismael Reyes Regalado el primero que monta en la villa un equipo de altavoces y radios para animación de todos los actos lúdicos de La Villa de La Orotava, destacando en el montaje del sonido en los primero festivales del Atlántico del Puerto de la Cruz.

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL

No hay comentarios:

Publicar un comentario