El amigo de la Villa de La Orotava; JAVIER LIMA ESTÉVEZ.
Graduado en Historia por la Universidad de la Laguna. Remitió entonces
(01/10/2017) estas notas que tituló; “EL RECUERDO A UN MUSEO SOBRE LA
TECNOLOGÍA”.
Publicadas el sábado 30 de septiembre de 2017 en La Opinión de Tenerife: “…El pasado verano llegó a mis manos un ejemplar de un interesante
catálogo referente a un museo sobre la tecnología que estuvo ubicado en la
ciudad turística de Puerto de la Cruz. Se trataba concretamente de un museo
sobre la tecnología. Recorrer sus páginas y conversar con personas que
disfrutaron de esa joya museística representa una oportunidad para analizar los
numerosos objetos que albergaba en su interior.
El catálogo se
inicia con una pequeña introducción en la que aparece la justificación por
desarrollar una colección bajo el hilo conductor de la tecnología mecánica. La
primera parte de la colección estaría conformada por ejemplares de gran belleza
con diversas máquinas de calcular, piezas construidas en periodos temporales
diferentes por parte de diversas compañías, constituyendo ejemplos representativos
de tal proceso. En las siguientes vitrinas las máquinas de escribir ocuparían
también un importante espacio, correspondiendo a ese hecho un total de 23
máquinas que se ubicarían entre los siglos XIX-XX. La exposición continua con
la máquina de coser, correspondiendo a esa relación 22 máquinas. Numerosas
marcas y países también se ubicaron en el arco temporal de los siglos XIX-XX. También
objeto de su atención serían los instrumentos de precisión, con elementos que
abarcarían desde sextantes hasta catalejos de gran belleza correspondiendo a
los siglos XVIII-XX. También la medicina estaría presente a través de
instrumentos de uso médico, tales como instrumentos quirúrgicos y otros
utensilios empleados en laboratorio. Recorrer tal museo también era una
experiencia para admirar la relojería y los instrumentos de precisión, con
numerosas manifestaciones al respecto. Otra de las salas, denominada en la guía
como Sala Marconi-La Radio, analizaría la trascendencia e importancia del
invento que sería capaz de transmitir mensajes sin necesidad de contar para
ello con hilos. Otra de los espacios en el mismo lugar sería conocido como Sala
Edison-El Fonógrafo, albergando numerosas piezas representativas de la
evolución de tal elemento en atención al fonógrafo y el gramófono. También
merece la atención de ese museo la Sala Lumiere-El Cine, ubicándose a lo largo de
ese espacio interesantes vitrinas de instrumentos relacionados con la
proyección de imágenes de diverso origen. En cuanto a las comunicaciones
tendría un especial significado el telégrafo con aparatos en ese sentido, con
manifestaciones que abarcarían desde su origen hasta las distintas partes que
componían una estación telefónica. Piezas asociadas a pesas y medidas, así como
objetos que funcionaban con vapor estarían presentes en el museo. A ello se
unirían testimonios de la evolución de la fotografía, instrumentos relacionados
con la música, así como curiosos autómatas, con una muestra de notable interés
al respecto que causaría asombro y admiración por las sugerentes formas y
representaciones tan características.
El recuerdo a tal
museo sigue estando presente para muchas personas que lo conocieron y que a
través de una guía editada al respecto recordamos en el presente artículo. Un
espacio en el que la evolución de numerosos instrumentos asociados a la
tecnología sería una constante con piezas de incalculable valor y donde
recorrer y visualizar sus objetos era un encuentro indudable con parte de
nuestra trayectoria histórica…”
BRUNO
JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR
MERCANTIL
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