Fotografía referente a los estudios “Benítez”, publicada en la revista
Hespérides correspondiente al mes de septiembre año 1926.
Observamos un detalle de la entonces moderna y eficaz maquinaria de
elevadora de aguas, propiedad del portuense Felipe C. Machado.
De los Los pozos de
agua de don Felipe C. Machado con sus maquinarias de producción eléctrica y de
elevación de aguas constituyen una verdadera industria que por su originalidad
honra, al mismo tiempo qué a su propietario, al Puerto de la Cruz.
Según la
crónica en el tiempo publicada en la revista correspondiente
al mes de septiembre año 1926.
Luchando,
corno siempre en esta isla por la carencia del líquido elemento para poder
fomentar y desarrollar la agricultura, el señor Machado, gran patriota que
vincula todos sus amores en el engrandecimiento de su pueblo natal el Puerto de
la Cruz, concibió la feliz idea de abrir un pozo en una hermosa finca
que posee en los alrededores de la población, colindante con el Barranco de San
Felipe. Forjado su espíritu en la perseverancia acometió la empresa horadó el
suelo con tesón sin límites y solo escudándose en la esperanza, sin omitir
dolorosos sacrificios que podían llevarlo a la ruina; pero como la fe y la
visión de lo cierto le animaban corno Colón no reparó ante la inmensidad del
Océano, tampoco él desmayó ante la dureza de la roca que había de perforar
hasta ver realizados sus sueños.
Más, al
fin, después de infinitos trabajos y desasosiego por lo incierto del resultado,
brota el agua de la roca al golpe del pico como al golpe de la barita mágica la
hizo brotar Moisés de la peña en el monte sagrado, y no es agua lo que afluye del
manantial, es oro licuado, que ha venido a enriquecer aún más la próspera
comarca del valle de Taoro.
Para obtener
el rendimiento de dos cientos treinta y tantas mil pipas mensuales, fue
necesario abrir dos pozos; uno de 19 metros de profundidad y otro de
36, comunicándose ambos por una galería horizontal que se ha hecho navegable en
un pequeño bote debido al enorme caudal de agua que contiene.
Por medio de
una bomba centrífuga que se halla instalada en el fondo del primer pozo se
produce fuerza motriz para alumbrado interno y externo a más de la fuerza que
presta á los dos grandes motores que mueven dos poderosas bombas
centrifugas que son las encargadas de elevar el agua del estanque a la montaña
desde donde parte la distribución para los terrenos de cultivo.
Este enorme
caudal de agua se le facilita en arrendamiento a la casa Fyffes. El señor
Machado puede estar orgulloso de su labor que tanto hoy le rinde, y, así mismo,
puede estarlo el Puerto de la Cruz, que por el esfuerzo de uno de sus hijos,
contó con una poderosa fuente de riqueza que, aunque particular, no dejó por
eso de reportar enormes beneficios para el pueblo…///…
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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