Fotografía referente a una
de las plazas más históricas de la Villa de La Orotava, que los villeros la
conocen por varias denominaciones; Plaza de La Constitución, del Kiosco de la
Música, de La Alameda, y de Los Soldados.
En antaño ubicó el
Llano de San Roque, continuo a una Ermita en su devoción que se sustituyó para
construir el templo y convento agustino de Nuestra Señora de Gracia.
Panorámica tomada en el
año 1919, donde observamos a una señora con sus hijo (desconocidos, por lo
menos por mi). Destacando los símbolos históricos de la referente Plaza
Villera; El segundo Kiosco de la Música construido desde el año 1916, con sus
magnificas cristaleras hexagonales de varios colores,
Sus originales arboles,
sus bancos de piedra molinera y de maderas sentados en artísticos hierro
forjado, sus originales farolas, su pavimento chasnero, sus bellos jardines, el
vestuario de la época (las féminas faldas hasta la pantorrilla) y demás.
Según
el amigo y compañero de docencia de la Villa de La Orotava; JUAN J. SÁNCHEZ
MARTÍNEZ en su libro “LA OROTAVA, SUS CALLE. SU
HISTORIA” con la colaboración de JOSÉ MANUEL HERNÁNDEZ, en las páginas; 13, 14,
15, y 16: “…Situada en el centro de La Orotava, la
Plaza de la Constitución nace al amparo de la antigua ermita de San Roque,
enclavada en el solar que hoy ocupa la Iglesia y el ex convento de Ntra. Señora
de Gracia o de San Agustín. Llano de San Roque fue su primera denominación. El
nombre de "Constitución" lo toma en 1820, por ser esta plaza donde se
juró, por segunda vez, la Constitución de 1812, según consta en los libros de
actas del Ayuntamiento. El 8 de octubre de 1822, la Corporación apoya, por
unanimidad, una propuesta de Miguel García Benítez destinada a colocar una
lápida y en la que se ofrece a "...dar una hora de mármolo para el mismo
objeto y a que se le conceda lisensia y abrir una suscrición, recaudarla e imbertirla
(sic) en el costo de dicho monumento".
La
colocación de esta placa en 1823 levanta las protestas entre los habitantes de
la Villa Arriba, sede de las clases populares, enfrentadas a la oligarquía
residente en la Villa Abajo. La gente del Farrobo, no estando conforme con esta
actuación, ponen el nombre de Constitución a la Plaza de San Juan. Este
incidente, reflejo de los conflictos sociales que se produjeron en el Valle en
el primer cuarto del siglo XIX, mereció la intervención del Jefe Superior
Político de la Provincia, que pretente denominar a la de San Juan con el nombre
de Plaza del Buen Olvido. El Ayuntamiento decide, finalmente, que se llame de
San Juan Bautista y de la Unión, como símbolo de la deseada reconciliación.
En
marzo de 1902 se acuerda, por parte del Ayuntamiento, proceder a reforma de la
Plaza, ante "...el deplorable estado en que se encuentra la mayor parte
del arbolado (...) y la notoria incapacidad del paseo enlazado de ésta para las
veladas que en ella tienen lugar". Esta reforma, que le dio el aspecto que
conserva en la actualidad, consistió en el ensanchado de los paseos laterales
"...suprimiendo los árboles que para ello sea necesario y, renovando los
que, por hallarse destrozados o podridos, afeen el aspecto del mencionado
sitio".
La otra
gran obra que sufrió esta Plaza fue derivada de la construcción de "El Puente",
que habría de unir la Calle de la Carrera con la Calle Calvario. Esta obra, que
se inició en 1954 y no se vería completamente terminada hasta finales de los
años 70 del siglo XX, implicó la ampliación de la Plaza de la Constitución por
su costado norte, rompiendo completamente con el entorno de la vieja Plaza.
Pero si
algo caracteriza y le da vida propia a esta Plaza, es su quiosco. Es en 1916 cuando
se plantea la necesidad de "...sustituir el ya un tanto pequeño y
deteriorado kiosco de madera que ha venido colocado en la Plaza de la
Constitución para la música que ameniza los paseos públicos, por otro más
amplio y de cemento armado". Fue construido por Nicolás y Diego Alvarez,
con la colaboración del maestro Granados y financiado por Félix Reyes Martín al
carecer el Ayuntamiento de recursos suficientes para afrontar la obra.
A la
Plaza de la Constitución se le conoce popularmente como de La Alameda, al constituir
un paseo público con árboles.
La
Plaza debe su nombre a la Constitución aprobada el 19 de marzo del año 1812 por
las Cortes españolas reunidas en Cádiz.
Fue la
primera Constitución que estuvo en vigor en España y dio a nuestro país el privilegio
de figurar entre los tres primeros (junto con Estados Unidos y Francia) que se
dieron una Constitución, elaborada por "representación popular" y que
disminuía los amplios poderes que los monarcas, de carácter absolutista, habían
tenido hasta entonces. Nacía, de esta forma, el liberalismo político. Mientras
en España se liberaba la feroz Guerra de la Independencia contra los franceses,
el Rey Carlos IV y el heredero Fernando VII renuncian al trono español en favor
de Napoleón Bonaparte que, a su vez, lo "regala" a su hermano José,
conocido popularmente como "Pepe Botella". EI Rey Carlos y el
heredero se ausentaron de España en 1808 atraídos a Francia por Napoleón con
promesas y engaños. El vacío de poder que se produjo fue cubierto con la
formación de Juntas Provinciales de Defensa y una Junta Suprema Central Gubernativa.
Fueron estas Juntas las que procedieron a la convocatoria de Cortes para el 18
de junio del año 1810. Asistieron a las mismas unos 308 diputados de los que
casi la tercera parte (noventa y siete) eran eclesiásticos.
Redactado
el texto constitucional, fue aprobado el 19 de marzo de 1812, día de San José
(de ahí el apodo de "La Pepa" dado a la Constitución).
La
Constitución de Cádiz ofrece rasgos de claro signo progresista junto a otros de
tono conservador. Entre los primeros citaremos la división de poderes (Art.3),
las limitaciones a la autoridad real (Art... 172), la libertad de expresión
(Art. 371); de signo conservador cabe destacar ¡a afirmación de que "la
Religión de la Nación española es y será perpetuamente la Católica...única
verdadera" (Art..12) o la consideración de que "la persona del Rey es
sagrada" (Art.168).
La
Constitución de 1812 tuvo una vida muy agitada. Nada más dos años después de promulgada
llegó Fernando VII y estableció el régimen absolutista declarando "nulos y
sin ningún valor ni efecto..."los contenidos constitucionales y las leyes
emanadas de ellos; en el año 1820 una sublevación militar (de tendencia
liberal), dirigida por Riego, obliga a Fernando VII a aceptar la Constitución:
"marchemos francamente y yo el primero por la senda, constitucional"
dice el Rey, que tres años después, con el apoyo de los absolutistas europeos
(Ejército "de los Cien mil hijos de San Luis), vuelve a decretar
"nulos y sin njngún valor todos los actos de gobierno
constitucional..."de ese periodo. Se instaura durante diez años, hasta la
muerte de Fernando, un sistema absolutista riguroso, se persigue a los liberales
y la Constitución sólo se libra del olvido para servir de modelo a las de otros
países europeos.
En el año 1864 la plaza de la Constitución cuenta con
nuevos edificios, según documento del gobierno de la provincia de Canarias.
En el año 1887se procede a la rotulación de las calles
y plazas de la Villa y la numeración de edificios, cumpliendo la Real Orden de
5 de enero de ese año. La Plaza de la Constitución figura con ocho edificios: cuatro
números pares y cuatro impares.
El proyecto de reforma de la Plaza de 1902 elaborado
por la Comisión de Policía Urbana del Ayuntamiento, ascendió a 3.309 pesetas. En
1903 varios vecinos de La Orotava donan plantas ornamentales para la Plaza,
recién reformada.
En 1916 el concejal republicano Manuel Bethencourt del
Río, según consta en las Actas Municipales, preguntó al Alcalde "...si
sabía donde se hallaban los bancos de piedra que estuvieron en la Plaza de la
Constitución, y que podían colocarse en la de San Juan, contestándole que
dichos bancos son los que estaban en el paseo Domínguez Afonso".
El 25 de marzo de 1916, Félix Reyes Martín se
compromete a ejecutar las obras del quiosco. Aporta 3.100 pesetas de un total
de 4.000, presupuesto global de la construcción, a cambio de reservarse
"... el derecho de disfrutar gratuitamente, durante 20 años, la parte baja
de la expresada obra, con objeto de destinarla a café, bazar u otros
usos". En el año 1917 se procede a la electrificación del quiosco.
Hasta mediados de este siglo (el XX), era costumbre
que las clases populares de La Orotava pasearan por el lado norte de la Plaza,
mientras que por el sur lo hacían las más adineradas…“.
BRUNO JUAN ÁLVAREZ
ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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