Fotografía que
remitió entonces (17/04/2014) mi primo hermano; JOSÉ LUIS ÁLVAREZ DELGADO,
corresponde a un puesto de venta en el mercado municipal de Santa Cruz de la
Palma.
A mí me viene
a la memoria este tipo de venta que conocí en mi infancia en la década de los
años cincuenta del siglo XX. Cuyas características eran, un mostrador, con una
pesa de ese estilo, debajo del mostrador, unas vitrinas con cristaleras para
productos, una máquina elevadora de aceite que se colocaba dentro de un bidón a
través de un tubo.
Estantería que
cubría la pared del frente, donde estaban a simple vista los productos a
suministrar.
Era costumbre
de la época de los famosos fiados, que se apuntaban en libretas y se pagaban al
final de mes y mucho para largo ratos, otro tema era el depósito del duro, que
los clientes iban reuniendo y cada mes pagaba uno. Estos casos comerciales y
rigurosos, mataron mucha hambre en aquellos años de la postguerra.
Lo curios que
los productos eran a granel, se embazaban en un papel color gris tipo
esclerosis, aunque también se utilizaban cartuchos de papel de diferentes medidas
y niveles.
No se conocía
el Jamón de York, casi siempre se suministraba el Salchichón, La Mortadela,
Chorizo y los quesos (amarillos y blancos).
Todo a granel.
Recuerdo de ver los barriles en las entradas con aceituna que muchas veces la
chiquillada cogíamos hasta con las manos.
Con el respeto
de dejar a muchos venteros de aquella época de mi vida infantil en el tintero,
nombro las que tuve que frecuentar en aquellos años idos:
En el Barrio
de Los Cuartos; María, Manolo Bello. En el paseo de Domínguez Afonso: Eustaquio
Bello. Paseo Las Araucarias; Domingo Pérez. En el Ramal Juan Rodríguez, Oscar
González. En el Callejón Torreón, Venta de “Chucha”. En la Avenida José Antonio
(actual Canarias); Juan José del Rosario primero y después Federico Martin Travieso.
En la Piedad; Luca, Santaclara y los Hermanos “Leal” (Juan González “Leal”). En
la Cruz Verde; Inocencio. En Los Altos, Dámaso. En Barroso, Ciro Hernández y
familia. En Aguamansa, Casiano García. En la calle San Sebastián, Esperanza
Fariña. En la calle León; Jesús Hernández, Señora de Pedro Perdomo y Señora de
Segundo Martín. En el Barranco de Llarena,
Juan González. En la Calzada, Cristóbal Hernández. En el Rincón, Isidro
Álvarez. En los Poyos, Quintero. En la Calle Salazar, Bárbara. Calle San Juan,
Nieves. En la Plaza del Cantero Patricio García, Eusebia Expósito. En la calle
La Hoya (Hermano Apolinar); Venta Nueva, Venta de doña Matilde Lima Méndez
(Viuda de Perera), además de venta, panadería y chocolatería por el callejón
Altavista, Ciudad de Los Muchachos, Casa Félix. En el Llano, Plaza de Franchi
Alfaro y calle El Calvario; Juan José Pérez Betancourt, Pepe Hernández, Pepe
Pérez, Los Molinas, Piedad, María del Carmen Domínguez González, Anita,
Azciclo, Pedro Cruz, Cipriano Hernández. En la calle El Agua; Gregorio Pacheco,
Los Hermanos Salcedo, Ángel Delgado (esquina con la calle Verde – Nicandro
González). En la calle Verde doña Maruchi. En el Barranquillo, La Cooperativa
La Candelaria. En la Recova, Celestino Cruz. En la Villa de Arriba eran muchas,
recuerdo; Placido Ravelo, Jesús Rocío, Juan Oliva, Eladio, María del
Carmen Delgado, Pancho (calle Cantillo esquina con San Juan). En la calle Centella estaba la de Candelaria
Valentín (esposa de Agustín Bijarra) no se si se escribe así. En la calle
Claudio la de Melchor Escobar, en la calle La Candelaria del Lomo, la de Chano
Hernández (fue jugador y entrenador de fútbol), la de Flora (esposa de
Santiago, el patrón) en la calle Meneses.
Mi padre Juan
Álvarez Díaz a muchos de ellos le suministraba petróleos para las cocinillas y
lámparas de sus acérrimos clientes. Reitero que me perdonen son muchos más pero
espero que mis lectores me las identifique a lo largo del tiempo.
La amiga de la
Villa de la Orotava; MARÍA LUZ RODRÍGUEZ GONZÁLEZ, remitió entonces
(17/04/2014) estas notas: “…Me ha gustado mucho el
homenaje que le has hecho a estos venteros de la Villa, que han pasada a la
historia, pero que están tan vivos en nuestros recuerdos, yo en especial
recuerdo la venta de Don Melchor en la calle Claudio, en realidad la venta era
de su cuñada, doña Cándida, ella la trabajó hasta que pudo, pues yo ya la
conocí mayor, era una buena señora. De Don Melchor decir que fue un caballero,
recuerdo a su señora, Doña Carmen, muy buena costurera, ella me hacia los
trajes en mi juventud, recuerdo a sus hijos: Mela, Angelita, Melchor, y Leonor,
esta ultima tenía en su casa una escuelita, en ella aprendió de pequeña mi
hermana Lali, lo que Leonor le enseñó, hace años que no los veo. …”
El amigo desde la infancia en el Llano de la Villa de La Orotava,
actualmente domiciliado en el Puerto de la Cruz; SEGUNDO SACRAMENTO DOMÍNGUEZ, remitió entonces (17/04/2014) estas notas: “…Muchas gracias
Bruno. Suelo leer tus post que me ayudan a recordar muchas cosas olvidadas por
el tiempo pasado. Por cierto en la calle Juan Padrón nº 32 hubo una venta que
la regentaba mi querida madre, María del Carmen Domínguez González que le
ayudó a montarla mi padre todavía de soltero y que llegué a conocer creo
que hasta que cumplí 5 o 6 años, ahí me pierdo, de donde recuerdo las cartillas
de racionamiento y la libreta donde mi madre apuntaba los fiados que en la medida
de lo posible los vecinos iban pagando poco a poco, te digo para que lo sumes a
tus recuerdos de las ventas de la época. Un abrazo…”
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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