Plaza
de la Constitución, de la Alameda, del Kiosco de la Música. Antigua Llano de
San Roque y que más decir de este bello rincón de la Villa de La Orotava, que
me vio nacer y quizá me vea morir.
Pero
qué maravilla en el tiempo. Este bello territorio, que en principio fue el
Llano de San Roque, anexo a la ermita del mismo santo y que después ocuparon
los agustinos y levantar su convento de Nuestra Señora de Gracia. Que se llama
Plaza de la Constitución como homenaje a la Pepa gaditana, y antes se llamó La
Alameda de San Roque y ahora la conocemos por la plaza del Kiosco de la Música,
puesto que en su zona central está ubicado el Kiosco de la Música, que
construyó en el año 1914 el orotavense don Félix Reyes Martín, a cambio de una
concesión administrativa por veinte años, para explotar en lo bajo un bazar o
un bar. Es de estilo Mudéjar, fabricado con el primer cemento y acero - hierro,
sustituyendo a otro de mismo estilo que era totalmente de madera desarmable y
fue a parar a la plaza de San Agustín del entonces desaparecido municipio Realejo
Bajo.
Plaza
de los soldados, en el viejo convento (después de la desamortización de
Mendizábal) se instaló el acuartelamiento primero de cazadores (final del siglo
XIX), posterior de infantería (principio del siglo (XX). Plaza de los amores,
de los casamientos, plaza de la partición de la aristocracia por la zona sur y
plebeya por la del norte y plaza de los carritos de golosinas y demás.
La
panorámica corresponde al año 1931, tiempos de la II Republica Española, cuyo
alcalde de la Villa era el republicano don Manuel González Pérez. Están los
betuneros, recuerdo a maestro Juan y Antonillo. No sé quién es el que espera
turno en la soledad (para nosotros, sobre todo para mí en el anonimato) de la
plaza. El Kiosco con sus famosas cristaleras de colores, regentado por Manuel
García, cuyo operario era Pepe Pérez. El recordado Bar “TE VEO” regentado por Lorenzo
Báez, posterior se quedó Fidel Labrador Hernández, en la parte alta vivía la
familia “Amaro”, el abuelo de mi compañero de pupitre, en la escuela de doña
Lucía Mesa, y bachillerato en el Colegio de San Isidro Juan Ramos Amaro, que
era churrero, cuya churrería la tenía en la calle El Calvario, se fue a Santa
Cruz de la Palma y su hijo se quedó con ella. La casona donde estuvo emplazado
el Telégrafo, en su parte alta vivió la familia de don Pedro Dorta (zapatero),
procedente de Los Silos, que con el tiempo montaron una fábrica de zapatos,
secamiento del cuero y peletería en Santa Cruz de Tenerife (la primera en la
provincia tinerfeña).
En mi
infancia y juventud, se hacían competiciones de amores y noviazgos, dando
vueltas a la misma. Al ritmo de los pasodobles, valses, preludios,
zarzuelas y tangos de la Banda de Música
de la Agrupación Musical Orotava, y que más le puedo contar, pues un gran lugar
de encuentro, de relax y demás. Que tiempos. En ese año la banda de música que
realizaba las tocatas allí era la Municipal de La Orotava dirigida entonces por
su director titular don Tomás Calamita y Manteca.
BRUNO
JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR
MERCANTIL
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